Cómo organizar tu oficina en casa

Tanto si eres freelance como si tu empresa facilita el poder trabajar desde tu propia casa, organizar adecuadamente tu oficina en tu hogar es fundamental para desempeñar tus tareas diarias en las mejores condiciones. Sabemos que hacen falta grandes dosis de responsabilidad y disciplina para ser eficiente en este tipo de trabajo, y que necesitas gestionar tu tiempo de manera correcta para vencer la procrastinación, estar motivado y ser productivo.

Hoy queremos centrarnos en cómo debes organizar tu oficina en casa, es decir, qué aspectos tienes que tener en cuenta para preparar la estancia que se convertirá en tu centro de operaciones para conseguir estar cómodo y concentrado, alejado de distracciones y siempre enfocado en mantener los máximos niveles de productividad.

1. Elige el lugar apropiado

En primer lugar, tienes que encontrar el sitio perfecto para tu oficina. No te coloques en la mesa del salón o de la cocina, en un rincón del dormitorio o en el escritorio de tu hijo mientras él está en el colegio. Tienes que instalarte en una habitación independiente, siempre que sea posible, o al menos en un espacio apartado y alejado de cualquier distracción o de zonas de paso. Se trata de crear esa privacidad en el que sacar adelante tu tarea diaria.

2. Dispón de una adecuada iluminación

Intenta que tu oficina en casa disfrute de toda la luz natural posible y coloca tu mesa y tu ordenador cerca de la ventana, evitando los reflejos en la pantalla. El sol aporta energía y positividad y será una buena fuente de motivación. Además, durante el invierno te ayudará a mantener una buena temperatura en la estancia. Si el lugar escogido para trabajar no tiene ventanas o no lo suficientemente amplias, no estará de más que inviertas algo de dinero en hacerte con una buena iluminación artificial que te ayude a trabajar en las mejores condiciones.

3. Acondiciona la estancia

Ya hemos elegido el lugar para trabajar, luminoso, cómodo e inspirador. Ahora vamos a acondicionarlo. Para ello necesitarás una mesa y una silla ergonómica pensada para ayudarte a mantener la mejor postura durante las horas que pases delante del ordenador. También puedes utilizar un reposapiés para que apoyes correctamente los pies en el suelo, evitando así la aparición de problemas de espalda. Recuerda mantener bien ventilada la estancia para que el aire esté purificado; tu propia respiración puede incrementar el vapor acumulado y además de afecciones respiratorios, una deficiente ventilación puede desembocar en problemas de estrés.

4. Organiza tus cosas

El desorden es un gran enemigo de la concentración. Coloca en tu despacho armarios, estanterías o cajoneras donde poder guardar tus papeles, carpetas o documentos; organiza los cables de tus dispositivos de manera que no interfieran el paso y mantén tu mesa y el resto de la oficina lo más ordenada posible. Tira papeles que ya no utilices y no acumules cosas sin sentido. Al terminar la jornada, limpia y ordena el despacho para encontrarlo en perfectas condiciones al día siguiente. Nada mejor para comenzar la jornada con todo en su sitio.

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5. Diseña un espacio para el relax

Si la superficie de tu oficina te lo permite, puedes colocar un sillón en uno de sus rincones, con una lámpara cerca, para diseñar una especie de lugar de descanso. Quizá haya momentos en los que tengas que parar para buscar inspiración o pensar, pero lejos de la pantalla y de tu mesa. Y puede que en este espacio aparezcan nuevas ideas que te ayuden en tu tarea. O, simplemente, te sirva para desconectar cuando necesites hacer un paréntesis y bajar el ritmo.

5. No te excedas en la decoración

Decorar el despacho es bueno para darle un toque personal a tu lugar de trabajo. Puedes colocar elementos motivadores e inspiradores: una lámina con tu frase favorita, una fotografía, una planta que dé una pincelada natural y de color a la estancia… Pero tampoco te excedas. Saturar el espacio no resultará demasiado bueno para tu concentración ni para tu productividad. En este caso, menos es más.

6. Elige bien los colores

Aumentar tu productividad a través del uso de colores es posible. Recuerda que algunos de ellos pueden impulsar tu creatividad, otros harán que estés más concentrado, más enérgico o más sosegado. No hace falta que pintes todas las paredes con el tono escogido, ya que si estas son blancas puede bastar con introducir pequeños detalles en otros tonos. El verde, por ejemplo, hace que las emociones se calmen y puede conseguir que se incremente nuestra concentración. El amarillo fomenta el optimismo (siempre usado con mesura para no distraer en exceso) y el malva ayuda a fijar la contratación.

¿Vas a recibir visitas?

Un aspecto que tienes que tener en cuenta a la hora de organizar tu oficina en casa es el hecho de si recibirás visitas de socios, compañeros freelance o clientes. Si es así, tendrás que buscar un lugar más amplio para ubicar tu despacho, puesto que celebrar reuniones en espacios pequeños nunca fue cómodo… Coloca una mesa y unas sillas para poder estar confortablemente hablando y trabajando, e incluso puedes instalar una pequeña nevera con botellas de agua o una cafetera para que no falte café en esas largas sesiones de trabajo.

¿Ya has descubierto todo lo que necesitas para organizar tu oficina en casa? Si queda algún aspecto por pulir debes ponerte manos a la obra: tu despacho debe ser ese lugar donde encontrar la inspiración y la motivación necesaria para ser más productivo. ¿Crees que hace falta algún aspecto más para lograrlo? Nos lo puedes contar en los comentarios.