8 dificultades de trabajar en equipo y cómo solventarlas

Trabajar en equipo se ha consolidado como la mejor manera de llevar a cabo un proyecto en los últimos años.

Conectar miembros con diferentes aptitudes y conocimientos es la mejor manera de finalizar un proyecto con éxito. Sin embargo, a veces se nos olvida que el trabajo en equipo tiene más de equipo que de trabajo. Y pasamos por alto el componente humano.

Dificultades de trabajar en equipo

Hoy te comparto las 8 dificultades de trabajar en equipo más comunes y cómo resolverlas para mantener un ambiente de trabajo colaborativo que fomente la productividad y los buenos resultados del proyecto.

Los egos

No hay nada que más entorpezca a un equipo que la búsqueda del reconocimiento.

Los egos, o el afán por obtener una valoración positiva frente al resto de compañeros por parte del líder puede dañar la colaboración y el flujo de trabajo en equipo. Actitudes en las que se subraya el esfuerzo e implicación propia y se daña o se desprecia la aportación de otros para asumir de forma individual el éxito de una tarea son tóxicas para el equipo.

Puedes evitar este tipo de conflictos estableciendo las prioridades entre los miembros del equipo con claridad, remarcando que todos elaboran una tarea importante e imprescindible para el desarrollo del proyecto y fomentando la confianza y la colaboración a través de actividades de team building.

El sabelotodo

La experiencia y el exceso de confianza en uno mismo a veces nublan el juicio de cualquiera. Cuando esto ocurre parece que la única opinión válida y certera es la propia, convirtiéndose en una barrera para la escucha activa y fomentando actitudes despectivas frente al resto de miembros del equipo. Un comportamiento en absoluto colaborativo que creará tensiones en el equipo y generará conflictos a largo plazo.

Lidiar con este tipo de caracteres no sencillo. Para evitar que un miembro del equipo absorba las discusiones y actúe como barrera para la participación, lo mejor es que hagas de moderador y marques los turnos de palabras durante las reuniones o definas de antemano los procesos y tareas para que este individuo no adopte el rol de líder en el equipo.

Evasión de la responsabilidad

Cuando se trabaja en equipo es más fácil evadir la responsabilidad frente a las tareas y sumarse a la filosofía del “que lo haga otro”.

Cuando una tarea está asignada a más de una persona, cada miembro va a priorizar las tareas que debe hacer en solitario frente a las que requieren de su colaboración, poniendo menos interés y esfuerzo en las grupales, rompiendo su compromiso con el equipo. En estas situaciones será el miembro más responsable del equipo quien asuma la responsabilidad.

Para evitar que uno o pocos miembros del equipo carguen con el grueso del trabajo es imprescindible definir los roles y tareas de cada uno en todas y cada una de las fases del proyecto.

Lluvia de (pocas) ideas

Cuando un grupo de trabajo se reúne para proponer nuevos temas de contenido, ideas para una campaña o soluciones para un proyecto, es muy probable que el encuentro se alargue.

Frente a la pesadumbre de semejante proyección, lo que va a ocurrir es que tu equipo, en lugar de ser activo y poner en marcha su creatividad, va a querer acabar cuanto antes con la lluvia de ideas valorando únicamente las 3 primeras opciones que se han dejado sobre la mesa.

La próxima vez que quieras hacer brillar la innovación, te recomiendo que dividas a tu equipo en grupos de 2 o 3 personas con el objetivo que cada grupo presente de 3 a 5 ideas sobre el proyecto objeto de la reunión.

Presión de grupo

Si bien es importante que el equipo colabore y se respete, también lo es que se tomen decisiones teniendo en cuenta el objetivo principal del proyecto, dejando de lado cualquier simpatía frente a los compañeros y optando por la practicidad.

En muchas ocasiones, la elección de la decisión se toma por simpatía frente a la persona que ha hecho la propuesta o por presión de ciertos individuos dentro del equipo, dejando de lado lo más importante: su repercusión en del proyecto.

En estas situaciones, lo más recomendable es tomar las decisiones en una reunión, estableciendo un turno de palabra y solicitando que la propuesta – o idea – esté acompañada de una justificación y ventajas para el proyecto, promoviendo la toma de decisiones unánime.

Falta de confianza

En este punto quiero destacar la confianza como el acto de dudar o cuestionar la profesionalidad y capacidades de algunos miembros del equipo. La sospecha de que un miembro del equipo no lo hará bien puede llevar a revisiones innecesarias y pasos adicionales en el proceso que retrasan la entrega del trabajo. Además, esta actitud genera tensiones entre los miembros del equipo y promueve un ambiente de trabajo tóxico.

La mejor forma de evitar este conflicto es mediante los juegos de generación de confianza y las actividades de team building.

Falta de confianza en la profesionalidad de tus compañeros: el peor enemigo del trabajo en equipo. Clic para tuitear

Problemas en la comunicación

Si no se dice, no se sabe. Para trabajar en equipo es imprescindible contar con un flujo de comunicación activo y transparente. Cuando hay muchos miembros del equipo involucrados en un mismo proyecto o tarea, es vital indicar qué tareas se han acabado, qué queda pendiente y con qué estamos teniendo problemas.

De no existir un buen flujo de comunicación, es imposible saber en qué etapa se encuentra el proyecto, se incrementan las posibilidades de duplicar el trabajo y se amplía la confusión y el ruido alrededor de una tarea.

Acceso compartido a la información

Cuantas más personas trabajan en un proyecto, más difícil es compartir la información. Cada miembro se encarga de un área concreta sin tener en cuenta que otros compañeros quizás necesiten acceder a su información para poder finalizar sus tareas, ralentizando el avance del proyecto. Para evitar las peticiones de información constante, lo mejor es crear un protocolo para compartir datos, tanto archivos como contraseñas y accesos entre todos los miembros de un mismo proyecto. También puedes ayudarte de un software como Redbooth, que te permita centralizar toda actividad e información referente al proyecto.

Y tú, ¿qué otras dificultades de trabajar en equipo te has encontrado? ¿Cómo las has solucionado? ¡Compártelo en los comentarios!