Apostar por el marketing de contenidos en tu empresa es una buena decisión. Esta disciplina te ayudará a crear una comunidad, conocer mejor a tu audiencia, incrementar tu ratio de conversión y tu tráfico y, mejorará tu reputación online. Pero como todo lo bueno en esta vida, se hace esperar, así que no te agobies si los resultados no son inmediatos.
El marketing de contenidos se cocina a fuego lento.
No tires la toalla y persiste con tus contenidos. Hay una audiencia ahí fuera esperándote. Tan sólo recuerda no cometer algunos de los errores de marketing que te indico a continuación que pueden convertir un contenido increíble en un contenido fantasma. ¡Suerte!
1. No Definir una estrategia de contenidos
Tu contenido antes que contenido debe responder a un objetivo. Una estrategia de marketing de contenidos te ayudará a marcar los objetivos y definir las acciones y canales a utilizar para impactar a tu audiencia y conseguir tu propósito. La clave de tu estrategia de contenidos es la audiencia. Define a tu usuario: ¿quién es?, ¿qué le interesa?, ¿dónde vive?… Ponle nombre y apellidos y cada vez que vayas a crear contenido pregúntate
¿Es esto lo que quiere mi usuario?
La estrategia de contenidos te ayudará no sólo a enfocar el calendario editorial, sino, también, a llevar un mayor control sobre la consecución de objetivos facilitándote la toma de decisiones para adaptar tu contenido a las necesidades de tu audiencia.
2. No difundir tu contenido
Uno de los errores de marketing más comunes es pensar que el marketing de contenidos consiste exclusivamente en la creación de contenidos, cuando en realidad ésto es sólo la punta del iceberg.
El contenido por sí mismo no atrae usuarios ni consigue likes, retweets o leads sólo por ser y estar en internet. Para que nuestro contenido nos ayude a lograr nuestros objetivos de marketing, debemos difundirlo y promoverlo en aquellos canales donde se encuentre nuestra audiencia actual y deseada.
Algunas ideas para la difusión de tu contenido más allá de la actualización en tus perfiles de social media:
- Envía una newsletter con tu última publicación a tus usuarios para generar tráfico a tu web, blog o red social.
- Participa en foros, grupos y comunidades afines a tu actividad y comparte enlaces a tu contenido siempre que el mismo aporte valor a la conversación.
- Convierte a tus usuarios en prescriptores. Utiliza herramientas que automaticen la difusión en redes sociales de tu contenido, como por ejemplo post tweets, que embebe un tweet con el titular más importante de tu contenido listo para que el usuario haga retweet desde la fuente de información.
- Crea un concurso para anunciar la premiere de tu último contenido de pago y regálaselo al ganador.
- Crea expectación. Desarrolla una estrategia de comunicación previa al lanzamiento de tu contenido para generar interés en el usuario.
3. No adaptar tu contenido al medio
Ya has acabado tu post y llega el momento de publicarlo. No cometas el error de crear un único mensaje para su difusión en distintas redes sociales. Cada medio tiene sus propios códigos de comunicación. Para que tu mensaje sea lo más efectivo posible debes adaptarlo a las particularidades de cada medio y a las de tu audiencia.
4. No reciclar contenido
¿Alguna vez has pensado en cuántas horas has dedicado a escribir un post? o ¿diseñar una infografía? incluso ¿grabar y editar un vídeo o podcast? ¡Correcto! Crear contenido de calidad implica tiempo y creatividad. Por eso, debes sacarle el máximo rendimiento posible.
Reutilizar el contenido es una técnica que te ayudará a mantener el ritmo editorial del blog, te proporcionará material en temporadas en las que la creatividad brilla por su ausencia y nuevas formas de monetizar tu contenido.
Algunas ideas para la reutilización de contenidos:
- Convierte tu artículo en otros formatos: infografía, presentación, checklist, video o podcast.
- Amplía la información de tu artículo y conviértelo en una guía on-line descargable.
- ¿Tienes muchos artículos sobre un mismo tema? Crea un ebook, una presentación en slideshare o lanza un curso on-line.
- ¿Tienes muchos recursos digitales? Crea una biblioteca on-line con enlaces a todos tus recursos digitales para que tus usuarios puedan descargarlos.
- Envía una newsletter con los mejores posts del mes o los más visitados.
- Si tu blog versa sobre la propia actividad comercial de tu empresa no dudes en crear case studies y compartir tu experiencia.
5. No aprovechar el contenido generado por los usuarios
Cuando hablamos de marketing de contenidos siempre nos olvidamos de lo más importante, el contenido generado por el usuario o User Generated Content.
Si tienes la suerte de tener una comunidad viva que participa con tu marca, aprovecha el filón. Exprime la interactividad característica de las redes sociales y anímalos a compartir sus experiencias con tu marca a través de fotografías, videos, opiniones y concursos.
Los usuarios son una gran fuente de información que te ayuda a generar sentimiento de pertenencia a la comunidad, sondear y aplicar mejoras a tus productos y servicios, y originar contenidos colectivos.
6. No escribir para tu audiencia
Piensa en tu audiencia siempre. Desde la elección del tema hasta el enfoque del contenido, el formato y los canales de difusión. ¿Qué les interesa? ¿Les gustan más los posts, las imagénes o el contenido audiovisual? ¿A qué hora están disponibles? ¿Dónde los puedes encontrar? ¿Utilizan móvil u ordenador?
Puedes acceder a toda esta información preguntándole directamente a tus usuarios o analizando tus datos de tráfico, visitas, clicks y shares. ¿Qué contenido tiene más visitas? ¿Cuál más comentarios? ¿Qué contenido es el más descargado? y ¿El más visionado? ¿Qué actualizaciones me han dado un mayor número de likes y shares? ¿Qué contenido convierte mejor? ¿Qué medio es el más eficiente para comunicarme con mi audiencia?
Toda esta información es oro. Analízala minuciosamente para aplicar mejoras a tus contenidos actuales y adaptar tus próximos contenidos a las exigencias de tu audiencia. Recuerda, tú creas el contenido, pero ellos lo consumen.
7. Olvidarte de la calidad
Alguna vez te has preguntado mientras planificabas el calendario editorial: ¿Cuántos blogpost a la semana? ¿Cuántos tweets al día? ¿Cuántas actualizaciones de facebook semanales?
En lugar de preocuparte por la frecuencia y la cantidad deberías preguntarte: ¿Responde mi contenido a los intereses de mi audiencia? ¿Cuáles son las necesidades de mis usuarios? ¿Estoy proporcionando las respuestas adecuadas a mis seguidores? ¿Es mi contenido de ayuda y de valor para mi audiencia? ¿Qué puedo cambiar para mejorar mi contenido? ¿Está mi contenido cumpliendo con su objetivo?
Piensa en la calidad y eficacia de tu contenido. A veces es mejor disminuir la frecuencia pero saber que le estás dando a tus seguidores lo que necesitan y que estás cumpliendo tus objetivos que publicar a diario y tener una falsa sensación de progreso.
Recuerda, la frecuencia de publicaciones no es un objetivo en sí mismo.
8. No crear contenido atemporal
Es cierto que una vez publicamos contenido en Internet estará en el ciberespacio para siempre. Pero cuando hablo de contenido sin fecha de caducidad me refiero a la elección de temas atemporales que puedan ser de interés hoy y en el futuro. Tópicos que no dependen de la moda, la actualidad o de un pico de popularidad y que una vez pasado el fenómeno si te he visto no me acuerdo. En definitiva, queremos contenido que no caiga en el olvido.
Apostar por contenidos evergreen es una de las estrategias más efectivas en marketing de contenidos. Crear contenido que mantiene el interés a lo largo del tiempo te permite captar nuevos usuarios de forma recurrente, publicar contenido antiguo en redes sociales y generar nuevas visitas, incrementar el tráfico de tu web o blog y mejorar tu ratio de conversión.
9. Obsesionarte con las herramientas
Es normal que ante tanta variedad de plataformas de gestión de contenido y proyectos te aturulles, pero no pierdas la cabeza buscando la herramienta perfecta.
Utiliza las plataformas que mejor se ajusten a tus necesidades y con las que te sientas cómodo trabajando, aquellas que sean de fácil uso y que te permitan obtener una visión global del proyecto o calendario editorial, delegar responsabilidades, hacer seguimiento de las tareas, editar los documentos en tiempo real y comunicarte con inmediatez con tu equipo. Todo lo demás es accesorio.
Evita en la medida de lo posible el uso de muchas herramientas para una misma tarea, esto sólo causará confusión entre los miembros de tu equipo.
10. Call to actions poco claros
Muchas veces dejamos los call to action para el final, pero esto no los hace menos importantes.
Las llamadas a la acción son esenciales en la conversión de los usuarios, por eso es imprescindible que el mensaje sea claro y conciso. Nuestra audiencia debe saber qué esperamos de ella o, dicho de otro modo, qué debe hacer.
El call to action debe resaltar del resto de la comunicación, debe ser fácil de identificar y localizar por el usuario. La mejor forma de saber si funciona o no es hacer un test con tu audiencia hasta que encuentres la fórmula de CTA que más convierte.
11. No prestar atención al título
El título es la parte más pequeña y a su vez la más importante de tu contenido.
Un buen titular debe informar y captar la atención del usuario. Es la puerta a tu contenido y debe invitar a tus usuarios a leer más.
Algunos consejos para escribir un buen titular:
Habla el “idioma” de tu audiencia.
Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Un titular no debe superar los 70 caracteres.
Sorprende a tus lectores con construcciones que transmitan emociones.
Ofrece una solución a un problema.
Hazle preguntas directas.
Enumera.
Comparte tu experiencia personal, utiliza ejemplos de la vida real.
12. No ver más allá del SEO
Sí, el SEO es importante, no seré yo quien lo niegue. Siempre hay que tener claro las palabras clave que quieres incluir en cada pieza de contenido. Pero hay otros muchos aspectos que afectan de forma positiva al posicionamiento de tu contenido en los resultados de búsqueda. El tráfico que han generado, las veces que se ha compartido o la interacción que ha provocado son fundamentales para escalar en las posiciones de Google.
Todo esto sólo es posible conseguirlo si escribes para las personas. Dirígete a tu lector, establece una conversación y olvídate de cuál es la cantidad idónea de veces que debes repetir una palabra clave.
Como ves, lo más importante en marketing de contenidos es saber cuál es el propósito de tus contenidos, conocer a tu audiencia y sacar el máximo rendimiento a tus esfuerzos. No dejes nada a la improvisación, se minucioso y céntrate en la calidad. No te disperses y sigue el rumbo marcado, muy pronto verás resultados.
Y tú ¿te has topado con otros errores de marketing de contenidos que solo cometería un principiante? ¡Compártelos en los comentarios y vamos ampliando la lista!