Si un desarrollador web nos dijera que para ejercer su profesión debe “tocar muchas teclas a la vez” probablemente nos parecería algo chistoso, pero nada más lejos de la realidad, este oficio tiene múltiples vertientes que van más allá de la programación. El del desarrollo web es un mundo complejo donde se mezclan conceptos tan abstractos como códigos y lenguajes, interfaces, sistemas de administración, bases de datos y servidores con cualidades humanas como la comunicación, la empatía o la creatividad.
Si te apasiona el desarrollo web y todo aquello que lo rodea, a continuación te damos algunas claves que te ayudarán a ser un excelente desarrollador web:
1. Aprende constantemente
El aprendizaje constante es vital para cualquiera que trabaje en el entorno de las tecnologías de la información. Documentarte y tener una cultura general del desarrollo web evitará que te estanques. Uno de los errores más frecuentes de esta profesión es la especialización: muchos desarrolladores se centran en un solo marco de gestión de contenidos (por ejemplo, Drupal, Mambo o Joomla) en detrimento de otros. El software evoluciona a gran velocidad y las tendencias cambian, por lo que en cualquier momento una herramienta muy usual puede ser reemplazada por otra, quedando obsoleta.
Si estás empezando, intenta implementar la mayor cantidad de estándares posibles para familiarizarte con todos los recursos que tienes a tu alcance. Aprendiendo a usar XHTML serás capaz de entenderte con otros metalenguajes como XML, y del mismo modo, aprendiendo CSS podrás entenderte mucho mejor con los diseñadores.
Para ejercer tu compromiso con el aprendizaje constante, existe una gran variedad de cursos gratuitos o de bajo coste sobre tecnologías web que te permitirían adquirir, por ejemplo, una nueva habilidad cada mes. El W3C (World Wide Web Consortium) publica unos cuantos que pueden resultarte interesantes.
2. Mantente actualizado
En relación con el punto anterior, para poder aprender es necesario que estés al corriente de todo lo que se mueve en este mundo tan cambiante del que te hemos hablado. Mantente actualizado, tanto sobre los distintos software que existen en el mercado como de los nuevos productos de consumo y tendencias del usuario. Conocer las últimas tendencias en diseño web también te ayudará a entender cuáles son los nuevos formatos de Internet y qué es lo que buscan los diseñadores. Por último, actualízate sobre algunos aspectos técnicos y conceptos como los DOCTYPE, los meta tags, la estructura y la escalabilidad y no te bases en manuales viejos que usan etiquetas obsoletas como las de edición.
3. Sé un buen comunicador
Como parte del engranaje de un proceso de trabajo, el desarrollador web debe estar en contacto con clientes, proveedores, diseñadores e incluso usuarios para hacer test de usabilidad. Todo eso requiere tener grandes dotes comunicativas además de ser metódico y organizado. Dependiendo de la envergadura del proyecto, es probable incluso que puedas tener que gestionar un equipo de programadores. Para ello es importante que establezcas timings razonables, que planifiques y organices el tiempo y las tareas, que sepas cuándo delegar, que guardes los modales y gestiones las emociones, y sobre todo, que seas conciso: debes comunicar con claridad evitando utilizar demasiados tecnicismos, otro de los errores en los que se suele incurrir.
4. Adelántate al futuro
Poco a poco irás encontrando tu forma más cómoda de programar, y en ese aspecto uno de los lenguajes más sencillos y populares es el PHP. De todas formas, serán muchos otros los que se crucen en tu camino, como Java Server Pages y ASP.NET (junto con PHP, los más importantes) y, como se ha dicho antes, deberías evitar centrarte en uno solo. Los expertos pronostican que en el futuro la mayoría de la programación se llevará a cabo únicamente en estos lenguajes, aparcando toda programación de escritorio. Otro factor a tener en cuenta es la tecnología móvil, cada vez más presente y cuyo uso va a superar previsiblemente al de los ordenadores. Ante esta realidad, seguro que van a surgir nuevos lenguajes y probablemente Java acabe predominando por encima de PHP.
5. Cuidado con el código
Sí, es cierto. Mucha gente piensa que un programador es una especie de ser inanimado que solo piensa y se expresa en clave de código, un lenguaje que no entiende el resto de los mortales. Eso no tiene por qué ser así. Como hemos dicho, la comunicación es un valor muy importante que tendrás que explotar si quieres evitar que los demás te recuerden ese tópico freak. Repetimos: habla claro y evita el abuso de tecnicismos. Si bien es necesario que tengas que reivindicarte ante un cliente, o que debas mostrar tus conocimientos para que crean en ti, piensa que el código no lo es todo. La creatividad, en cambio, sí. Mostrarte inventivo, resolutivo ante los problemas que se te presenten jugará siempre a tu favor. Y todavía podríamos añadir algo más: cuando codifiques, hazlo fácil. Muestra siempre ejemplos de otros trabajos e intenta aplicar un código comprensible también para los no programadores. Si es necesario, evita las abreviaturas que puedan parecer poco conocidas. Usa los comentarios detallados y describe lo que haces, si crees que es complejo. Eso sí, modérate, hazlo por bloques y no en cada línea, lo cual resultaría igualmente molesto para quien lo tenga que interpretar. ¡Ah! Y siempre que envíes muestras y ejemplos, no te olvides de poner tu nombre en los comentarios, pues los demás deberán asegurarse de que tú eres el autor. Hay mucho plagio por la red.
6. Ten en cuenta el hosting
Si empiezas por tu cuenta, asegúrate de tener un buen hosting. Déjate asesorar si es necesario, pues gestionar los hostings y dominios tiene su complejidad y por más buen desarrollador que seas, no tienes por qué ser un experto en ello. Y otra cosa: no abuses de los efectos multimedia. Son atractivos y seducen a clientes y usuarios, pero consumen mucho ancho de banda y eso se podría volver en tu contra, haciendo que la página de errores, la navegación sea lenta, y en última instancia, debas gastarte más dinero para ampliar el servicio de alojamiento.
7. Haz que tu trabajo se valore justamente
Se hacen muchas trampas en este mundo. Antes hemos mencionado los plagios. Pero como cualquier otro trabajo, el del desarrollador web deberá enfrentarse a situaciones desfavorables en cuanto al dinero. Cuando te pidan muestras gratis, procura que sean siempre muy específicas, pequeñas y que en ningún caso representen la totalidad del trabajo. Busca siempre un precio justo, pues seguramente tendrás que contratar a otras personas e invertir horas, días, semanas o meses en programar, según los recursos de los que dispongas y la magnitud del proyecto. Un precio muy por debajo de lo justo no solo le restará valor a tu trabajo, sino también al sector entero. Si tienes un proyecto personal y necesitas dinero para sacar adelante todo lo que te has planteado hacer, podrías tratar de vender espacios de tu web para anunciantes, pero no abuses de ello. El exceso de publicidad afecta a la imagen del sitio ante usuarios y clientes. Es solo un consejo.
Si aspiras a ser un excelente desarrollador web, o bien crees que ya lo eres y puedes aportar algo más, desarrolla aquí tus comentarios. Pero elige bien el código, por favor.