Un gran líder, ¿nace o se hace? Esta podría ser quizá la eterna pregunta para la que caben diferentes respuestas, pues habrá quien posea como algo instintivo esas cualidades especiales para estar al frente de equipos y llevarlos hacia el éxito, y habrá quien, a través del desarrollo y puesta en práctica de ciertos procedimientos, consiga convertirse en una persona con esas dotes para otros casi innatas.
En cualquiera de los casos, existen ciertos hábitos de los grandes líderes que puedes poner en práctica para alcanzar el éxito personal, el de tu equipo y el de la propia empresa en la que trabajas. Vamos a enumerar siete de ellos.
1. Los grandes líderes practican lo que predican
Si quieres que tu equipo lleve a cabo un proyecto de una determinada manera tienes que convertirte en un modelo a seguir y dar ejemplo durante el proceso. Un líder respetado vive de acuerdo con los valores de la empresa y cree en lo que hace y en para qué lo hace. Debe inspirar a las personas que tiene a su alrededor y ser capaz de transmitir la emoción de aquello que todos tienen entre manos, para que el grupo le acompañe con mucha fuerza en esa labor y contribuir, todos juntos, en el éxito de la compañía.
2. Los grandes líderes valoran a los miembros del equipo
En un mundo en el que, actualmente, es habitual que una persona ocupe varios puestos de trabajo durante su vida laboral, resulta más importante que nunca retener a los miembros del equipo que están demostrando un alto rendimiento y productividad. Un buen líder se asegurará, por tanto, de que estos trabajadores se sientan apoyados y valorados. Esto se convertirá en uno de sus objetivos prioritarios.
3. Los grandes líderes están bien organizados
Para gestionar adecuadamente el tiempo y alcanzar los objetivos establecidos, un líder necesita dar prioridad a aquellas tareas que verdaderamente son importantes y saber organizar adecuadamente al equipo para ejecutarlas con éxito. Un líder que carezca de una eficaz capacidad de organización no podrá ni sabrá cómo motivar a las personas que tiene a su cargo para que realicen su trabajo, especialmente en momentos complicados o de crisis.
4. Los grandes líderes asumen la responsabilidad
Un gran líder alaba y reconoce el mérito de su equipo cuando debe hacerlo, y asume la responsabilidad en el momento en el que las cosas no salen según lo previsto. La comprensión de la empresa, del negocio a nivel general y de cómo cada decisión tomada impacta en el éxito del mismo, le da un gran poder y conocimiento. Y este privilegio lleva asociada una responsabilidad, tanto la suya propia como la de las acciones llevadas a cabo por sus empleados.
El mejor líder elogia cuando es debido y asume responsabilidades cuando las cosas no salen bien. Clic para tuitear5. Los grandes líderes no tienen miedo a asumir riesgos
Un líder no puede considerarse como tal si no está dispuesto a asumir riesgos. Con esto no quiere decir que se tengan que cometer imprudencias. Se trata de tener el valor de pensar un poco más allá y de tener confianza cuando se toman decisiones. La capacidad de conducir un cambio positivo en la empresa es un atributo muy admirado y valorado en un líder eficaz, tanto si la organización está tomando un nuevo rumbo como si se trata de introducir servicios y productos innovadores.
6. Los grandes líderes aceptan el fracaso
Asumir riesgos supone aceptar la posibilidad del fracaso. Y de estar de acuerdo y sentirse a gusto con ello. Bill Gates lo explica con mucho acierto. “Está bien celebrar el éxito, pero es más importante prestar atención a las lecciones que nos da un fracaso”. Un buen liderazgo no significa ser el mejor en todo, durante todo el tiempo. A veces los fracasos llegan pero, en este caso, un líder de éxito aprende de estos errores y continúa adelante.
7. Los grandes líderes poseen inteligencia emocional
Resulta sorprendente, pero sucede más de lo que parece. Muchos responsables carecen de inteligencia emocional y de habilidades personales fundamentales. Estas habilidades son imprescindibles para dirigir un equipo en el que conviven personas con distintas aptitudes, actitudes y personalidades.
Un hábito es esa conducta que se repite regularmente, y lo mismo sucede con los grandes líderes. Si quieres convertirte en uno de ellos no puedes ponerte al frente de un equipo y no hacer nada para ser eficaz en esta labor tan estimulante, reconfortante y nada fácil al mismo tiempo. En la perseverancia está la clave para demostrar esos hábitos que, con el tiempo, se van a convertir en algo totalmente interiorizado para ti.
¿Cuál es tu forma de ver y vivir las actitudes de liderazgo? ¿Existen otros hábitos que creas que poseen los líderes de éxito? Espero tus propuestas en los comentarios.