Ser director de marketing no es una tarea sencilla. Al margen de la dificultad y exigencia del puesto de trabajo, debes asegurarte de que tu equipo cumple con sus objetivos de manera eficiente.
Gestionar un equipo comporta tener en cuenta múltiples factores que afectan directamente a la productividad del mismo; si está funcionando de forma adecuada, si hay alguna baja en la plantilla (y realizar el cambio por el profesional que más se adapta a ese puesto), si hay quién tiene algún problema o preocupación y esto afecta a su rendimiento, o por el contrario si hay algún “workaholic” que necesita tomarse unas merecidas vacaciones, entre otros
En este artículo te presentamos algunos consejos que pueden ser de utilidad para mejorar la productividad de tu equipo de marketing:
1. Lidera e inspira correctamente a tu equipo
No quieres convertirte en un líder autoritario (créeme, no quieres), sino en un líder democrático que tiene clara su posición en la estructura jerárquica de la compañía, pero a la vez cercano, que trabaja y colabora al nivel de su equipo. Comunícate de forma clara, sin dar pie a la confusión, y ten en cuenta que no todos asimilamos la información del mismo modo. Recopila todo aquello que te resulte interesante y beneficioso para el equipo. Crea una carpeta o archivo de artículos e ideas inspiradoras en Google Drive, Dropbox, one drive o similar (en la nube) o Redbooth??? Puedes elaborar un Newsletter semanal con todas las novedades.
2. Simplifica y prioriza
La estructura organizativa de la empresa es muy importante; evita crear una red burocrática excesivamente compleja. Puedes confeccionar pequeños equipos de profesionales que colaboren en proyectos determinados, por ejemplo, en lugar de crear un macro equipo de trabajo. De esta manera, podrás realizar un seguimiento más preciso y detallado de lo que se está realizando en todo momento y dotar de prioridad a aquellas tareas y proyectos que así lo requieran.
Ello te permitirá, a su vez, gestionar mejor el tiempo invertido en cada tarea y proyecto; crear plazos de finalización de acuerdo con el proceso y controlar de forma eficiente qué lleva retraso y dónde puedes seguir avanzando.
3. Promueve la motivación a medio y largo plazo
Trabajadores motivados son trabajadores productivos. Sin embargo, mantener el nivel de motivación en un equipo no es siempre sencillo. Proponer, de manera constante, retos a tu equipo es una forma de salir de la monotonía. Establece metas ambiciosas con carácter menos específico, que obliguen al equipo a trabajar en colaboración y a generar un efecto sinergia que mejore su productividad, y delega responsabilidades; los trabajadores deben sentirse valorados y partícipes en todo momento. Es importante, por ejemplo, plantear opciones de promoción interna y hacer entender a los trabajadores que su trabajo tiene recompensa más allá de los aspectos salariales.
4. Revisa el diseño de la oficina
La comodidad y el ambiente de la oficina influyen de forma directa en el bienestar del trabajador. Los ambientes abiertos, con luz natural y con áreas para la distensión promueven la motivación y el compromiso de los empleados. Empapelar las paredes con posters que incluyan lemas y frases motivacionales, crear zonas de descanso que incorporen desde libros a futbolines y videojuegos, son algunas de las medidas que se podrían llevar a cabo. Y un segway para desplazarse de un lugar a otro de la oficina, ¿por qué no?
No olvides incluir alimentos sanos en la cocina de la oficina. Nuestro organismo demanda energía de forma constante. Evita la comida basura; puedes apostar por aperitivos y bebidas sanos. Una buena opción pueden ser las frutas frescas y frutos secos.
5. Organiza actividades en equipo
Participar en competiciones deportivas para empresas o actividades en equipo al aire libre, puede ser una excelente idea para fomentar la colaboración de tu equipo. Los equipos y empresas son más productivos cuando existe un buen clima de trabajo entre sus miembros y empleados. Organizar actividades en equipo fuera de la oficina tiene esta finalidad, ya que puede ayudar a identificar conflictos, gestionar el tiempo, potenciar las habilidades de equipo y liberar tensiones (entre otras), permitiendo mejorar el desempeño grupal.
Sólo cuando conoces el modo de trabajo del equipo, puedes adaptarte al mismo.
A la hora de ponerlo en práctica en la oficina, organiza un brainstorming. De este modo podrás conocer las percepciones de tu equipo, ver cómo trabajan en conjunto y generar grandes ideas.