Son muchos los factores que influyen en la gestión de un equipo. Una de las primeras cosas que debe conseguir su responsable es el respeto y lealtad de sus miembros; cuando esto llegue, es probable que se haya generado un clima de confianza que, unido a la voluntad del grupo, dará como resultado una alta productividad y expectativas de éxito.
Tú y tu equipo lograréis crear un producto final sólido en un ambiente cómodo y sin fisuras, con una comunicación abierta y, con suerte, con pocos quebraderos de cabeza.
Convertirte en un líder cercano al mismo tiempo que mantienes tu posición puede ser todo un reto, pero se puede conseguir. Sigue estas 10 reglas esenciales para la gestión de proyectos. En la base de todas ellas siempre estará el respeto hacia los empleados demostrando, de esta forma, que para ganárselo hay siempre que darlo primero.
Reglas esenciales para la gestión de proyectos
1. Escucha a tu equipo
Es fundamental que un responsable de proyectos realice contribuciones constructivas. No te limites únicamente a pedir una retroalimentación por parte de tu equipo. Debes ser capaz de empatizar con él y conocer en todo momento aquellos aspectos que puedan preocupar a cada miembro o esas ideas que quieran aportar para mejorar el funcionamiento del mismo.
2. Permanece disponible
Una de las cosas más frustrantes para un trabajador es no poder ponerse en contacto con su responsable en un momento de crisis, cuando surgen preguntas habituales en el trabajo diario o simplemente para poder informarle del estado en el que se encuentra el proyecto. Quizá no puedas estar en la oficina durante todo el tiempo, pero asegúrate de poder responder a las llamadas y a los mensajes de tu equipo. Si proclamas una política de puertas abiertas, asegúrate de que la puerta está de verdad abierta. Hablar sin demostrar con hechos es una de las maneras más rápidas de perder la confianza de tu equipo.
3. No pidas algo que tú mismo no harías
Asignar a alguien una tarea que le ocupe toda una noche para cumplir con un plazo inminente nunca es agradable, y la mayoría de gestores de proyectos han tenido que dar esta desagradable noticia en más de una ocasión. Un empleado que entiende las exigencias de su puesto de trabajo llevará estos imprevistos con algo más de calma, pero si tú como responsable estás utilizando parte de tu tiempo para realizar otras cosas no relacionadas con el proyecto y haces que tu equipo tenga que trabajar durante su fin de semana estarás perdiendo su respeto rápidamente.
4. Sé flexible
Cuando establezcas plazos y asignes tareas durante la gestión de proyectos, consulta a tu equipo en la medida en la que te sea posible. Ellos serán los que te podrán decir si es una línea de trabajo realista y si has designado a la persona más adecuada para esa ocupación. No dejes que tu ego dé como resultado una planificación rígida que solo servirá para llevar a tu equipo hacia el fracaso. Si observas que algo no está funcionando, cámbialo. Y si un miembro del equipo te sugiere una mejor manera para llevar a cabo algo, pon en práctica su idea. Como responsable del proyecto debes asegurar un flujo de trabajo constante para llegar a un producto final increíble. Y haciéndolo con flexibilidad tendrás mucho camino recorrido.
Una correcta gestión de proyectos está basada en la flexibilidad, la comunicación y la empatía. Clic para tuitear5. Supervisa sin hacer micromanagement
Si estás mirando cada detalle del cometido que has entregado a tus empleados, revisas constantemente los asuntos que deberías delegar o que quizá incluso ya has delegado y los controlas de manera concienzuda, estás haciendo micromanagement. La confianza es una calle de dos direcciones, y los miembros de tu equipo quieren saber que confías en ellos para ejecutar el trabajo que les has encomendado. Pocas cosas minan más esa confianza que entregar una tarea y tener al responsable mirando por encima del hombro. Esto no quiere decir que no se puedan hacer sugerencias, informar ni supervisar, pero siempre desde una perspectiva constructiva. Una correcta gestión de proyectos estará basada en la libertad para trabajar cómodamente. Verás cómo se esfuerzan al máximo para lograr los objetivos fijados.
6. No cotillees ni critiques
Participar en chismes en la oficina es el resumen de la falta de profesionalidad y del auto – sabotaje como responsable de un equipo. Si estás al cargo de un proyecto nunca tengas un comportamiento que pueda verse como algo destructivo para el equipo: hablar mal de alguien a sus espaldas, menospreciar la idea de un empleado, reírse de chistes crueles sobre un trabajador… Este tipo de comportamientos solamente propagan la negatividad y debilitan tu posición como líder. Difundir rumores o hacer burlas hará que tus empleados tengan miedo a convertirse en tu próximo objetivo, y así será imposible ganarse su confianza y respeto.
7. Predica con el ejemplo
Del mismo modo que nunca debes hablar mal de un trabajador no debes tolerar esas actitudes entre los miembros del equipo. No dejes que se realicen comentarios despectivos sobre un colega en tu presencia, es un comportamiento que no debe tolerarse y no ayudará a crear un buen ambiente de trabajo. Más bien todo lo contrario. Predicar con el ejemplo puede llevarse a otras áreas durante esta gestión de proyectos que estás realizando: si tu empresa tiene establecidas unas normas de vestimenta debes cumplirlas; si quieres que los miembros del equipo sean puntuales, llega el primero a la oficina. Son actos muy simples que ayudan a reforzar tu figura como responsable y con los que te ganarás el respeto de cada uno de ellos.
8. Asume la responsabilidad
Como responsable de un proyecto estás a cargo de un equipo que trabaja para cumplir con los objetivos fijados. Eres responsable, también de los resultados de este proyecto, de su éxito o de su fracaso. Y como líder debes estar dispuesto a dar un paso adelante y asumir la responsabilidad de cualquier retraso, error o imprevisto que se pueda presentar en este desarrollo.
9. Reconoce el trabajo de los demás
Es fundamental que compartas el éxito de un proyecto con todo el equipo. Cada integrante del mismo ha contribuido de alguna forma a esos elogios que se están recibiendo por haberlo hecho bien. Reconocer ese trabajo de las personas que trabajan día a día contigo supondrá un refuerzo para tu credibilidad y afianzará la confianza que tienen los empleados hacia ti.
10. Toma en serio las preocupaciones de tu equipo
¿Alguna vez un miembro de tu equipo te ha planteado algo sobre el mal funcionamiento de un equipo, como una silla rota o un teléfono averiado, por ejemplo, durante tres o cuatro veces antes de que le propongas una solución? Esto no solo está minando su productividad, sino que hace que se sienta marginado e infravalorado. Por eso, es muy importante que tomes en serio todas las preocupaciones que pueda tener un empleado; conseguirás con ello mejorar el flujo de trabajo y reforzarás la motivación del grupo.
Ya te hemos mostrado las 10 reglas esenciales que deben regir tu gestión de proyectos. Con ellas será más fácil alcanzar el éxito del trabajo que tu equipo tiene entre manos y del cual eres responsable. ¿Hay alguna más que creas necesario incluir para que todos trabajen cómodos y sean más productivos? Nos la puedes contar en los comentarios.