La inteligencia emocional es una de las cuestiones más importantes en el mundo empresarial, y sin embargo parece todavía poco explorada. Se dice que un gran líder debe ser una persona de fuertes convicciones, segura de sí misma y con mucho sentido de la responsabilidad, pues a menudo tiene que tomar decisiones difíciles, orientar e instruir a su equipo. Gajes del oficio. Pero entonces, ¿cómo puede la empatía interferir en su modelo de gestión?
Simon Sinek, conferenciante del programa TEDx y experto en la creación de equipos, asegura que “las mejores organizaciones priorizan el bienestar de las personas, y a cambio, su gente les devuelve todo cuanto tienen para proteger y promover su bienestar y el de la organización”.
Cuando una persona se siente como una parte valiosa de un equipo – y no como una pieza reemplazable de una gran máquina de explotación – el equipo entero se ve beneficiado.
Mediante la empatía, pues, podremos generar un mayor impacto en nuestra organización y en nuestro propio liderazgo. Para algunos es una habilidad innata, pero eso no significa que no se pueda aprender, practicar o sacarle mayor provecho. A continuación te damos algunas claves para conseguirlo:
Haz que cada miembro de tu equipo se sienta valorado
Cuando alguien es consciente de que se valora su trabajo es más probable que se muestre participativo y vaya más allá de sus tareas. Tratar a cada persona de tu equipo con amabilidad, pues, puede ser beneficioso para el conjunto del grupo.
Esto no quiere decir que debas ejercer el rol de psiquiatra ni salir en defensa de los errores que puedan cometer los demás a cualquier precio. Empatizar tiene que ver con mostrarse comprensivo en lugar de juzgar. Si no estás de acuerdo con alguna acción o conducta, debes ser capaz de advertirlo con el tacto que merece la situación. Por la misma regla de tres, cuando se trate de dar un consejo no deberías decir solo aquello que los demás quieren escuchar. Hay que encontrar el término medio y los matices de cada cosa.
Varios estudios han determinado que la práctica de la empatía en el liderazgo aumenta la productividad del equipo.
El psicólogo estadounidense Daniel Goleman, en su artículo “Qué hace a un líder” para Harvard Business Review, destaca las tres razones más importantes por las que la empatía es tan crucial para el éxito de un negocio: el incremento del trabajo en equipo, la globalización y la necesidad de retener el talento.
Goleman afirma: “Los líderes con empatía hacen algo más que simpatizar con la gente de su alrededor: usan sus conocimientos para mejorar sus empresas de una manera sutil pero importante… Tienen en consideración los sentimientos de los empleados – junto con otros factores – para tomar decisiones inteligentes”.
Sé consciente de los beneficios de la empatía en el liderazgo
Para el líder moderno, la cultura del respeto y la valentía reportan más productividad.
Por contra, la falta de conexión entre un dirigente y su equipo pueden conllevarle repercusiones negativas.
Como apunta M. Jayson Boyers en un artículo de Forbes, “El éxito de un negocio depende de líderes empáticos capaces de adaptarse, apoyarse en las ventajas que les rodean y relacionarse con su entorno. Cuando las empresas fallan, a menudo es porque los líderes permanecen aislados en sus propios asuntos en vez de centrarse en la comprensión de su entorno íntimo. Los buenos líderes empresariales son aquellos que tienen consciencia de lo que está pasando en sus compañías, tanto interna como externamente”.
Probablemente en más de una ocasión habrás sentido impotencia durante la ejecución de un trabajo por falta de comprensión de los demás. Al sentirnos solos, acostumbramos a recluirnos y adoptar una postura defensiva que nada ayuda a desencallar dicha situación. Por eso, como afirma Boyers, es muy importante tener claro que “cada uno de nosotros, incluidos los dirigentes, necesitamos el apoyo de los demás para lograr resultados positivos que nos empujen hacia nuestras metas”. Por esa misma razón, deberás esforzarte para ser consciente de lo que está pasando en las mentes individuales y colectivas de tu equipo.
Se ha demostrado que la mano dura es un recurso arcaico que no favorece al líder. La clave es infundir respeto en lugar de miedo, y la mejor manera de ganarse el respeto es dándolo. La empatía permite crear un ambiente de trabajo propicio y positivo además de aumentar la productividad global del equipo.
Si no lo consigues, fíngelo. Luego todo llegará
En la actual cultura de los negocios vale la pena ser amable y atento. Si no te consideras una persona empática o simpática por naturaleza, no tires la toalla. Como se ha dicho anteriormente, la empatía se puede aprender y practicar. Aquí tienes algunos consejos que te pueden ser de gran ayuda:
- Descansa de tu propia rutina diaria, o dicho de otra manera, haz un break. Esto incluye todo lo conseguido hasta el momento, así como las peticiones diarias, la vida personal, y podríamos seguir. Olvídate de quién eres por una hora y haz el ejercicio de ver a tu equipo como si fuese desconocido para ti para obrar partiendo de cero.
- Acércate al plano íntimo de tu gente. Una buena manera de hacerlo puede ser invitar a los miembros de tu equipo a tu despacho de uno a uno para saber más sobre ellos: quiénes son, sus antecedentes, sus pasiones y sus puntos fuertes, así como lo que más les gusta de su trabajo y aquello en lo que pueden mejorar.
- Toma notas en vez de emitir juicios. Intenta conocer a cada uno en el plano individual y puede que te sorprendas con sus aportaciones, ideas y la enorme cantidad de talento que te rodea.
- Piensa cómo puedes traducir dicha riqueza y diversidad de talento en una cultura de mutua empatía.
- Crea metas a corto plazo que te permitan visionar a largo plazo, y es probable que los resultados te sorprendan.
La empatía fomenta el positivismo y la actitud constructiva. Entonces, ¿a qué esperas para empezar a ponerla en práctica?
Si crees que ser empático te permitirá renovar tu modelo de gestión o tienes algo que añadir que pueda contribuir a crear una cultura de empatía, ¡no dudes en dejar tu comentario! Si por el contrario te muestras apático y no crees en la empatía como quien no cree en el amor, también te escucharemos. Intentaremos ser comprensivos.