Hay aficiones que estimulan la inteligencia

Cuando pensamos en aficiones, habitualmente ligamos ese concepto a diversión, entretenimiento o pasatiempo. Sin embargo, está demostrado científicamente que esas actividades también pueden aportarnos otros beneficios y que, además de hacernos pasar un buen rato, impulsan el desarrollo de nuestra inteligencia.

De acuerdo con los estudios científicos, cuando sometemos a retos nuestro cerebro y le planteamos desafíos, éste se fortalece, la materia gris incrementa y nuestro intelecto se estimula. ¿No te parece increíble?

En este artículo te presentamos algunas aficiones realmente interesantes y revelamos cómo contribuyen a mejorar tus facultades intelectuales. ¿Preparado para llegar al siguiente nivel?

Aficiones que estimulan la inteligencia

1. Cambia el televisor por los juegos de mesa

Hace tiempo seguro que escuchaste a tus abuelos afirmar que jugar al ajedrez o librar batallas de Scrabble te ayudaría a ser más inteligente; la voz de la experiencia estaba en lo cierto. Los puzzles o cubos de rubik, los crucigramas y sudokus, y otros juegos y actividades similares desarrollan la plasticidad neuronal.

Cuida tu mente del mismo modo que cuidarías tu cuerpo. ¿Sabes cómo se consigue el equilibrio? Entrena y mantén tu cerebro activo para lograr su mayor potencial, del mismo modo que entrenarías tu cuerpo. Despierta tu mente con juegos; te divertirás y podrás impulsar el desarrollo de tus habilidades.

2. Únete a un club de lectura

Leer un libro siempre resulta estimulante para nuestro cerebro y nos permite aprender vocabulario y expresiones que seguro desconocíamos, desenvolver nuestra imaginación y potenciar nuestra concentración. Pero, si lo que quieres es llevar tu conocimiento más allá, deberías plantearte la idea de unirte a un club de lectura. Ello te permitirá abrirte a otras personas creativas e inteligentes, que tengan tus mismos intereses por la lectura, con las que puedas intercambiar impresiones e incluso te desafíen intelectualmente.
Rompe barreras y amplía horizontes, podrás plantearte nuevas metas, conocer puntos de vista diferentes y conversar con personas interesantes que favorecerán al desarrollo de tu intelecto.

3. Aprende a tocar un instrumento

No importa la edad, siempre es un buen momento para aprender a tocar el piano, la guitarra eléctrica o el saxofón. Cualquiera que sea el instrumento que elijas, su aprendizaje supone un beneficio para tus habilidades motrices (como la coordinación, por ejemplo), tus capacidades lingüísticas y tu creatividad. Tocar un instrumento puede contribuir, además, a la mejora de habilidades cognitivas como son la memoria, la capacidad de resolución de problemas y la toma de decisiones. Durante su práctica, se desarrollan conexiones nuevas entre los dos hemisferios del cerebro, fortaleciendo el cuerpo calloso, que es el área del cerebro involucrada en estas competencias. Aprender a tocar un instrumento implica un entrenamiento atractivo para ejercitar nuestro cerebro.

4. Apúntate a una liga virtual

Está demostrado que practicar deporte es bueno tanto para la mente como para nuestro cuerpo. Pero, ¿y si te dijeran que ver un partido de fútbol también puede incrementar tu función cerebral? No lo habías imaginado, ¿verdad? Cuando vemos un partido de fútbol, nuestras habilidades analíticas se ponen en marcha, realizamos un seguimiento de lo que sucede, elaboramos predicciones de lo que puede ocurrir y se agiliza el procesamiento de información.

Si quieres que tus capacidades sigan desenvolviéndose en este sentido, puedes apuntarte a una liga virtual. Seguramente tu cuerpo no se mueva, pero tu mente se estará ejercitando. Encontrarás muchas páginas web gratuitas para apuntarte y diseñar tu equipo perfecto. Para la confección del mismo, deberás realizar un análisis detenido basado en estadísticas en referencia al rendimiento, las cualidades, el análisis de riesgo y predicciones, entre otros. La selección del equipo y los cambios que se realicen, además de su desempeño, pondrán en funcionamiento mecanismos a nivel cognitivo que seguramente no habías imaginado.

5. Practica la jardinería

Es bien conocido que la práctica de la jardinería alivia las tensiones, pero también, ayuda a controlar los niveles de estrés, reduciendo el cortisol dentro de nuestro organismo. Además, estar en contacto con las plantas bajo el sol aumenta nuestra exposición al oxígeno y ayuda a la producción de vitamina D. Igualmente, diferentes estudios revelan que la jardinería aporta beneficios en los patrones de sueño y mejora la calidad de descanso de las personas que la practican. Los olores, los sonidos y las imágenes de un jardín contribuyen a la relajación. En este sentido, esta práctica podría equipararse a un buen método de meditación.

No necesitas un gran jardín para poder disfrutar de lo que la jardinería puede ofrecerte a nivel psíquico y emocional; puedes crear un huerto urbano en tu terraza y hacerlo un espacio único. Verás que no te arrepentirás.

6. Conviértete en bilingüe

Son muchos los beneficios que proporciona aprender un nuevo idioma. Asimismo, existen múltiples estudios que avalan que los individuos bilingües suelen ser más inteligentes que aquellos que solo hablan un idioma.

Durante el aprendizaje de una lengua se llevan a cabo muchas tareas, como el aprender palabras nuevas, conjugaciones verbales o el análisis de estructuras gramaticales, que en ocasiones pueden resultarnos costosas, pero, sin embargo, mejorarán nuestras facultades intelectuales.

Los estudios demuestran, también, que los altos niveles de inteligencia verbal y lingüística incrementan las habilidades de planificación, toma de decisiones y resolución de problemas de los individuos.

7. Viaja todo lo que puedas

¿Qué mejor forma de aprender un idioma que viajando? Viajar nos ayuda a abrirnos y a practicar una lengua que quizá en nuestro lugar de residencia nos resulte más complicado aprender. Pero, además del lenguaje, viajar nos aporta otros beneficios.

Viajar a un país totalmente distinto al nuestro, del que desconocemos la cultura y el lenguaje, nos hará expandir nuestro conocimiento de manera extraordinaria, en todos los sentidos; experimentar nuevas formas de subsistencia y códigos de conducta, apreciar fragancias y olores distintos, saborear alimentos desconocidos,… Todo ello va a provocar un cúmulo de sensaciones que activarán e impulsarán el progreso de nuestro intelecto.

Está comprobado científicamente que el aprendizaje y la mejora de nuestra inteligencia no son incompatibles con la diversión. Ya sea desde el sillón de casa o el lugar más remoto del mundo, las aficiones y actividades de ocio potencian el desarrollo de nuestras capacidades intelectuales.

Y tú, ¿practicas alguna afición que estimule la inteligencia? ¡Comparte tu experiencia con nosotros!