Tu trabajo puede resultar estresante, pero esto no significa que tengas que pasar cada día en un estado permanente de alerta, con una tensión constante.
Estamos sumergidos en una cultura del trabajo que parece no dejarnos respirar; sin embargo, no podemos, o no deberíamos, permitir que esto sucediera. Desde la revista Entrepreneur ofrecen datos reveladores: casi el 40% de las enfermedades que tienen que ver con el ambiente de trabajo están relacionadas con la ansiedad y el estrés, algo que también hace que se pierdan unos 10,4 millones de días de trabajo al año.
Bien por razones económicas o bien porque en muchos lugares continúa arraigada la creencia de que cuanto más trabajamos más recompensas obtenemos, lo cierto es que algunas situaciones se convierten en límite. Debemos aprender a gestionarlas; sobrellevarlas, evitarlas y superarlas. Por nuestra salud física y mental.
Y es que precisamente trabajar más horas puede acarrear un agotamiento extremo, en lugar del aumento salarial esperado o esa promoción interna deseada. A largo plazo, el estrés afecta al rendimiento, y también a tu salud y calidad de vida; a tu estado de ánimo en general.
Pero no te preocupes, tenemos buenas noticias. Hacer frente a estas situaciones es posible. Hoy vamos a ver 8 consejos que te ayudarán a superar el estrés en el trabajo. Intentaremos partir de una base sólida: no realizarás más horas por el mero hecho de hacerlas, no irás a trabajar enfermo, aprenderás a delegar y llevarás una alimentación sana. Desde este punto de partida será más sencillo recuperar la cordura en el entorno laboral.
Cómo combatir el estrés laboral
1. Pasa un tiempo lejos del ordenador
Aunque tengas mucha carga de trabajo, te aseguro que puedes pasar un rato lejos de tu ordenador. Debes hacerlo. Con 15 minutos puede bastar. Relaja tu vista y descansa tu cabeza y tus ojos de la luz del monitor. Aprovecha esos minutos para tomar el almuerzo o para levantarte y estirar las piernas. Será una buena manera de recuperar fuerza y continuar. De hecho, existe una normativa legal al respecto.
Estas pequeñas pausas son muy beneficiosas para tu rendimiento, puesto que conseguirás regresar con más energía y con la mente despejada, algo que repercutirá en tu productividad y en tu actitud frente a las tareas pendientes. No por pasar varias horas seguidas frente a la pantalla de tu ordenador serás más efectivo, más bien todo lo contrario.
2. Tómate unas vacaciones
Disfruta del periodo de vacaciones que te corresponde. Puede parecer una obviedad, pero hay muchos trabajadores que no lo hacen porque aseguran tener mucho trabajo y no disponer de tiempo para ello.
El proyecto estadounidense Time Off ha establecido dos razones principales por las que, según los propios empleados, no disfrutan de sus vacaciones: una de ellas es no querer regresar con una carga de trabajo excesiva y la otra es que les preocupa dejar la oficina desatendida.
Ir de vacaciones es saludable tanto para el trabajador, que desconecta y carga pilas, como para la empresa, ya que el empleado volverá renovado, descansado y sin agobios. Listo para realizar mucho mejor su trabajo.
3. Desconecta al terminar tu jornada
Cuando no sabemos poner límite entre la vida laboral y la personal es cuando aparece el estrés. Actualmente, parece que salir a una hora concreta de la oficina no supone una garantía de que la jornada ha concluido. Llega un correo electrónico que lees en tu dispositivo móvil, una llamada del jefe o de un cliente… Y aunque no puedes controlar que esto ocurra, sí está en tus manos cómo gestionar estas situaciones y la manera en la que pasas el tiempo fuera de la oficina.
Ya permaneces todo el día frente al ordenador, ¿por qué sigues haciéndolo cuando termina tu jornada? Es importante aprender a desconectar del móvil, tablet o portátil; los correos podrán esperar hasta mañana, con toda seguridad. Esta desconexión te dará una sensación de relajación y calma en las horas que no estás trabajando, y te mantendrá alerta y agobiado si no lo sabes hacer.
Pon límites entre la vida laboral y la personal, y evita el estrés. Clic para tuitear4. No dejes de reírte
La risa es una maravillosa medicina. Tiene el poder de desestresarnos casi inmediatamente, así que no pierdas la capacidad de reírte siempre que sea posible. Si trabajas con gente que tiene un sentido del humor similar al tuyo, aprovecha la circunstancia. Reír libera endorfinas y genera un ambiente de trabajo relajado, natural.
Las endorfinas están concebidas para hacernos sentir más placer y aliviar el estrés, y cuando ríes sientes felicidad y entusiasmo; además, te ayudará a aliviar tensiones físicas y a largo plazo tu estado de ánimo mejorará. Recuerda que no hace falta mucho para disfrutar de unas buenas carcajadas…
5. Haz una lista de tareas
Es medianoche y no dejas de dar vueltas en la cama pensando en todo lo que tienes que hacer mañana. Llamadas de teléfono, una cita con un cliente, reunión con tu coordinador, preparar ese informe… Todo se amontona en tu cabeza y te angustia. Para poner orden a tu mente debes desfragmentar. Escribe una lista de tareas con esas cosas que tienes que realizar y establece un orden de prioridades.
Verlo escrito te ayudará a aclarar tu mente y te aliviará comprobar que tienes todo controlado, listo para ser ejecutado al día siguiente. Podrás dormir ya tranquilo.
6. Duerme bien
Cuando estás estresado vives en un permanente círculo vicioso. La preocupación que sientes por culpa del trabajo afecta a tu capacidad para conciliar el sueño y a la calidad del descanso. Y el hecho de no dormir bien contribuye al estrés del día siguiente, y continúa este círculo del que parece imposible salir.
Un sueño reparador permite que el cuerpo descanse y la mente se recargue. Desde la Sociedad Española de Sueño nos ofrecen un decálogo de la higiene del sueño que seguro te ayudará a disfrutar de un descanso de calidad para afrontar la jornada con mucha más fuerza.
7. Practica ejercicio
Ya hemos visto que con la risa consigues liberar endorfinas; con la actividad física, también. De hecho, cada vez más empresas instalan pequeños (o incluso grandes) gimnasios en sus propias instalaciones para favorecer que sus empleados tengan un acceso cómodo e inmediato a la práctica deportiva.
Mientras haces ejercicio, además, dejas a un lado las preocupaciones de tu entorno laboral para concentrarte en eso que estás practicando. Esta claridad mental y el hecho de liberar las endorfinas hace posible que tu estado de ánimo mejore, y poco a poco notarás que aumenta tu capacidad para hacer frente a situaciones de estrés.
8. Cuida de ti mismo
Nadie va a quererte más que tú mismo. Y es cierto que, a veces, el entorno laboral no es el mejor de los escenarios posibles. Por eso, lo que menos necesita ese ambiente ya corrompido y estresante de por sí es una persona en cuyo interior solo se encuentran palabras negativas y sentimientos derrotistas.
Es importante que reconozcas a tiempo los síntomas del estrés y seas proactivo. Debes poner remedio antes de caer en un pozo mucho más hondo del que cueste salir. Haz algo relajante que te haga sentir bien. Realiza esa pausa para el almuerzo, deja en tu mesa una fragancia agradable (la lavanda tiene efecto calmante), come una golosina en un momento en el que te apetezca…
La vida son pequeñas alegrías. A pesar de todo y de algunos. No dejes que el estrés, los agobios o el miedo te hagan olvidarte de todo lo bueno que tienes a tu alrededor. Quiérete mucho.
Y tú, ¿cómo te sobrepones a estas situaciones? ¿Tienes algún truco infalible para superar el estrés en el trabajo con mayor tranquilidad? Si es así, nos encantaría que nos lo contaras en los comentarios.