Trabajar desde casa ya es una realidad. Cada vez más empresas gestionan sus proyectos a través de equipos remotos primando el talento frente a localización geográfica.
Un método de trabajo más que bien recibido por muchos por su flexibilidad horaria, movilidad y reducción de costes. Pero no todo son ventajas. Trabajar desde casa no es fácil, requiere de disciplina, responsabilidad y un dominio avanzado en el arte de la gestión del tiempo y la productividad. Algo que se adquiere con el tiempo y el trabajo duro.
El que haya trabajado de forma remota en alguna ocasión seguro que se ha visto tentado por la procrastinación disfrazada de labores del hogar y gestiones de última hora.
Para que esto no te vuelva a suceder, sigue estos consejos para trabajar desde casa eficientemente. Muy pronto conseguirás ese anhelado equilibrio entre la vida profesional y la personal.
1. Ten tu propio espacio de trabajo
Si vas a trabajar desde casa lo primero es establecer un espacio de trabajo independiente del resto de tu hogar y quienes habitan en él.
Lo ideal es que tu oficina sea cómoda, funcional e inspiradora. Debes trabajar en un ambiente que te permita concentrarte y te motive, equipado con todas las herramientas necesarias para llevar a cabo tu actividad diaria.
Algo imprescindible es la luz natural, una buena silla, conexión wifi, un ordenador de sobremesa o portátil y un corcho para colgar ideas, recordatorios o inspiración. Pero esto es al gusto del consumidor. Lo importante es que te sientas bien y que al final del día puedas dejar el trabajo en la oficina.
2. Organiza tu día
Las rutinas son importantes. Márcate un horario y cúmplelo empezando por la alarma del despertador.
Dedica los 20 primeros minutos de tu jornada laboral a organizar tu día. Fíjate una serie de objetivos que debes cumplir y planifica las tareas para hoy. Esas van a ser tus prioridades. Empieza siempre por lo más importante y deja las tareas más relajadas para el final del día.
En tu calendario contempla también tus momentos de descanso y actividades sociales o deportivas y respeta los horarios.
Evita en la medida de lo posible las reuniones que no estaban programadas y en su lugar ofrece a tu cliente una fecha y hora para esa conversación.
Y siempre, siempre, acaba tu jornada antes de que caiga el sol.
3. ¡Quítate el pijama!
No seas perezoso. Que no vayas al centro de la ciudad a trabajar no significa que no vayas a la oficina – aunque la tengas a un paso de la cama-.
Sé que es difícil, pero aunque el hábito no hace al monje, ayuda. La ropa condiciona nuestra actitud y cómo vamos a encarar el día. Estar en pijama significa, relax, domingo, comodidad… y tú vas a trabajar.
Tómate una ducha, vístete y desayuna. Este ritual matutino es imprescindible para comenzar el día renovado, con energía y confianza.
4. Tómate un descanso
Está probado que el ser humano no puede concentrarse más de 45 minutos seguidos en una misma tarea. Así que hazle un favor a tu cerebro y tómate los descansos pertinentes. Planea 5-10 minutos de descanso por cada hora trabajada.
Divide tu tiempo por horas y asígnale un objetivo o tarea a cada franja horaria. Una vez cumplas el objetivo, tómate un respiro y vuelve a la carga. Te sorprenderá lo productivo que puedes llegar a ser sin distracciones y con la presión de lograr un objetivo a tiempo.
5. Evita las distracciones
Cada cosa a su tiempo. Si estás trabajando, estás trabajando. Así que nada de mirar tu bandeja de entrada como un loco cada vez que tienes un nuevo aviso de email entrante, espiar a tus amigos en facebook o estar pegado al whatsap porque la soledad del freelance te ha creado una necesidad imperiosa por el contacto humano.
Deja todas estas actividades para tus momentos de descanso o para después del trabajo. De esta manera serás conseguirás trabajar eficientemente en tus proyectos, aumentarás tu productividad y disfrutarás más de tu tiempo libre.
6. No te quedes encerrado en casa
No hay nada peor que estar todo el día en casa, y más cuando tu casa es a su vez tu espacio de trabajo. ¡Así no hay quien desconecte!
Siempre que puedas sal a que te dé el aire. Cualquier excusa es buena para dar un paseo y refrescar las ideas en momentos de bloqueo o estrés mental. Al volver retomarás el trabajo más fresco que una lechuga.
7. Socialízate
Trabajar desde casa también tiene sus contras. El peor de todos es la soledad.
Mal que te pese, tu único compañer@ de escritorio eres tu mismo y te sorprenderás en repetidas ocasiones al saltar de alegría cuando tengas una reunión – por fin otro ser humano -.
Pero no todas tus interacciones humanas deben ser por cuestiones laborales. Organízate para dedicar al menos 3 horas a la semana a alguna actividad social, ¡ya verás qué bien le sienta a tu estado de ánimo!
8. Haz ejercicio
Esta lista comienza a parecer la de los propósitos de año nuevo, lo sé. Pero, me reitero, apúntate al gimnasio y, por favor, aparece por allí. Siempre vas a encontrar la excusa perfecta para hacerlo mañana y ese día no llegará nunca.
Encuentra un momento al día o a la semana para hacer ejercicio y cúmplelo. Piensa en tu hora fitness como en otro cliente y deja lo que estabas haciendo para dedicarte un poco a tu salud.
Recuerda que eres tú quien decide qué hace con el tiempo y no a la inversa.
Seguir estos pequeños consejos me ha ayudado a ser más productiva y disfrutar de mis días al máximo. Por fin tengo tiempo para mis clientes, mi familia y yo misma. Y tú, ¿también trabajas de forma remota? ¿Quieres añadir algún consejo para trabajar desde casa eficientemente? ¡Comparte tu experiencia en los comentarios!