No importa el puesto de trabajo que ocupemos, nadie está libre de experimentar distracciones durante su jornada laboral. Sin embargo, los entornos de oficina son propicios a la distracción; las llamadas de teléfono, las agrupaciones de empleados charlando o los compañeros de trabajo que pasan por nuestra mesa para consultar algo, son algunos de los muchos ejemplos. Y si trabajamos en casa, aunque no tengamos compañeros cerca, la cosa es incluso peor – ya sea por el sonido que hace la lavadora del vecino en funcionamiento, las llamadas de teléfono que entran durante el día, etc. Al final siempre aparecen cientos de oportunidades que llegan para robarnos nuestro tiempo, merman nuestra concentración y hacen que seamos menos eficientes en nuestro trabajo.
Es verdad que las distracciones forman parte de la vida y, en pequeñas dosis, pueden incluso llegar a ser positivas. Tampoco es bueno pasarse el día delante de la pantalla del ordenador sin moverse. Es necesario desconectar realizando pequeños descansos a lo largo de la jornada para airear nuestra mente, evitar el estrés y el agotamiento. No obstante, si bien no podemos tener todo bajo control, existen algunas medidas que podemos tomar para mantener la concentración y evitar distracciones en el trabajo. Apúntate estos consejos:
1. Realiza un seguimiento
Es recomendable elegir un día de la semana para llevar a cabo un seguimiento de todo lo que hacemos en el trabajo. De esta forma, resulta mucho más fácil detectar cuáles son aquellas distracciones que se interponen cada día en nuestro camino y que nos roban buena parte de nuestro tiempo. Esta práctica contribuirá a distinguir cuáles de estas distracciones tienen un motivo justificado, cuáles debemos dejar para más adelante y cuáles podemos delegar a otras personas.
2. Organiza el trabajo en sesiones
Conforme vamos trabajando, nuestra energía va disminuyendo y no cansamos. Esto hace que nuestro grado de concentración experimente un descenso significativo y que, a pesar de invertir mucho tiempo realizando la misma tarea, nuestra productividad disminuya. Por eso, es aconsejable no pasar mucho tiempo haciendo lo mismo. Organiza las tareas en sesiones de 60 a 90 minutos y prémiate con un pequeño descanso programado que te ayude a desconectar y recuperar fuerzas para volver a ser más eficiente. Aunque estos descansos pueden parecer una pérdida de tiempo, lo cierto es que al hacerlo somos más productivos y nos permiten trabajar de forma más rápida.
3. Haz una lista de prioridades
Haz una lista con todo lo que tienes que hacer cada día y elige cuáles son las tareas más importantes o que deben realizarse con mayor urgencia. De esta forma, si las dejamos terminadas y no logramos finalizar el resto, podremos estar satisfechos porque hemos completado lo más importante.
4. Programa tus distracciones
Aunque no queramos, sabemos que las distracciones van a suceder. Entonces, ¿por qué no tomar el control de ellas y convertirlas en algo beneficioso? Contestar emails, hacer llamadas, anotar tareas en la agenda, etc. Todas ellas importantes en nuestro día a día, pero que es mejor programar en ciertos momentos de la jornada para evitar que interrumpan otras tareas que estamos realizando.
5. Evita comprobar el correo electrónico a todas horas
Ciertamente el correo electrónico es un medio de comunicación de gran utilidad en el ámbito laboral, pero también es una de las mayores distracciones a las que nos enfrentamos cada día. No permitas que la bandeja de entrada de tu correo te domine, acabarás perdiendo mucho tiempo. Ponte un horario y limita los momentos para responder.
6. Evita las llamadas de teléfono constantes
Las llamadas de teléfono y mensajes de texto que no prevemos son los responsables de gran parte de la distracción que se contempla a lo largo de nuestra jornada. Te recomendamos que apagues el móvil y pongas un buzón de voz. De esta forma, bastará con que compruebes las llamadas y mensajes cada cierto tiempo, como si se tratase del correo electrónico.
7. Cierra el navegador de Internet
La mayoría de nosotros accedemos varias veces al día a las redes sociales. Reconozcámoslo. No es razón para sentirse mal, pero es importante que no se conviertan en distracciones graves. Por eso, debemos armarnos de voluntad para ser capaces de cerrar la pantalla del navegador y evitar distraernos con cuestiones que nada tienen que ver con nuestras funciones profesionales durante la realización de nuestras tareas.
8. Usa auriculares
Si trabajas en una oficina en un espacio abierto junto con otros compañeros, una buena opción es usar auriculares que te ayuden a aislarte del ruido y realizar tus tareas más tranquilo. Además, de esta forma habrá menos probabilidades de que la gente te interrumpa, pues verán que estás con ellos puestos y solamente hablarán contigo cuando se trate de algo realmente importante.
9. Cámbiate de ubicación
Cuando estás estresado y trabajando bajo mucha presión para terminar un proyecto, puede que te venga bien alejarte del resto del equipo o compañeros de oficina. Busca alguna sala o despacho vacío para alejarte de las distracciones y donde puedas estar más concentrado.
10. Si tienes una puerta, ciérrala
No todos tenemos la suerte de contar con un despacho individual con puerta propia, pero en el caso de tenerla, cierra la puerta y pon un cartel para que no te molesten. Puedes pensar que tus compañeros lo verán como algo grosero por tu parte, pero no tienes de qué preocuparte, ya que todos entendemos que, de vez en cuando, uno necesita trabajar en silencio y sin interrupciones.
11. Cuenta a todos tus planes de productividad
Si estás decidido a acabar con tus malos hábitos y centrarte con mayor intensidad para ser más eficiente en tu trabajo, es importante avisar a todas las personas de tu entorno sobre tus intenciones. Haz saber que estás planificando tu día en sesiones de trabajo en las que estarás más concentrado, pero que estarás disponible en intervalos de descanso que previamente has programado. De esta forma, evitarás que entorpezcan tu rutina a menudo.
12. Delega trabajo
¿Estás echando demasiadas horas extra en la oficina? ¿Crees que no serás capaz de entregar el trabajo a tiempo? Deja a un lado tu ego y libérate de la carga que estás intentando llevar a tus espaldas y que terminará por asfixiarte. Date un descanso y delega algunas de las tareas en otras personas. De esta forma, no solamente podrás estar más relajado, sino que además tu equipo lo verá como una muestra de confianza hacia ellos y conseguirás ser más eficientes.
Esperamos que todos estos consejos para mantener la concentración y evitar distracciones en el trabajo te resulten útiles. Seguramente deberás hacer algunos sacrificios y cambios en tu rutina diaria, pero puedes estar seguro de que el resultado merece la pena. De hecho, es muy probable que cuando lo hagas te preguntes por qué no lo habías intentado antes.