Tres vínculos científicos entre escribir a mano tus notas y la memoria
En conferencias, clases y reuniones, es habitual ver a las personas que te rodean mecanografiando sus notas en ordenadores portátiles, tablets o teléfonos. ¡Quizás tú también lo hagas!
¿Y por qué no? Mecanografiar es una manera increíblemente eficaz de capturar grandes cantidades de información.
Pero si tu intención es dominar el material de verdad, mecanografiar notas no es realmente la mejor manera de hacerlo. Existen estudios recientes de psicólogos y de neurocientíficos que han hallado que escribir a mano es esencial para un aprendizaje efectivo.
Tiene que ver con cómo procesa el cerebro diferentes entradas de información. Más específicamente, importa si transcribes el contenido de un hablante de manera digital o si capturas su esencia en papel.
Como lo digital sigue dominando, volver a la vieja escuela y escribir a mano podría ser una ventaja para ti. Escribir a mano suele aumentar tu capacidad para retener información, entender nuevas ideas y ser más productivo, con el extra añadido de eliminar las distracciones de tu dispositivo.
Sigue leyendo para saber más sobre tres vínculos científicos entre escribir tus notas a mano y recordar realmente las cosas importantes.
1. El bolígrafo es más potente que el teclado
Así lo afirman los investigadores Pam Mueller de la Universidad de Princeton y Daniel Oppenheimer de UCLA, que han publicado recientemente un estudio con ese título en Psychological Science.
Los tres experimentos que realizaron les llevaron a la conclusión de que el uso de ordenadores portátiles para tomar notas podría perjudicar verdaderamente al aprendizaje. ¿Por qué? Porque a menudo lleva a las personas a procesar la información de un modo más superficial.
En resumen, si mecanografías tus notas, es probable que suelas plasmar las conferencias palabra por palabra. Si escribes en papel, tendrás que ser más selectivo resumiendo las ideas clave.
Los cerebros que toman notas en papel están trabajando para asimilar, resumir y capturar lo esencial de la información. Esto, a su vez, fomenta la comprensión y la retención.
Mueller y Oppenheimer observaron que los participantes que tomaban notas en ordenadores portátiles tuvieron peores resultados en cuestiones conceptuales que los que tomaban notas tradicionales en papel.
“La tendencia de los que toman notas en ordenadores portátiles de transcribir las conferencias palabra por palabra en vez de procesar la información y redefinirla en sus propias palabras es perjudicial para el aprendizaje”, han escrito.
Cuando realmente necesites comprender material nuevo, piensa en desempolvar tu bolígrafo de confianza y papel.
Más tarde, cuando intentes recordar la información, tu cerebro te agradecerá que le hayas facilitado el trabajo.
2. Recuerdo sólido: escribir a mano marca la diferencia
Algunos de los que toman notas argumentan que son más productivos cuando mecanografían porque pueden capturar más material con mayor rapidez.
Pero sin revisar ni estudiar esas notas después de un evento, toda esa transcripción extra no servirá de nada.
Los catedráticos de psicología Dung Bui, Joel Myerson y Sandra Hale de la Universidad de Washington observaron que tomar notas en el ordenador ofrece el beneficio inmediato de recordar mejor que el que ofrecen las notas bien organizadas escritas a mano.
Así que, el ordenador gana… al principio.
Pero entonces, su investigación publicada en el Journal of Educational Psychology descubrió algo interesante: esa ventaja desparecía en unas 24 horas.
Llegado ese momento, las personas que mecanografiaban sus notas tenían realmente un rendimiento peor en las pruebas sobre el conocimiento del material.
Los investigadores concluyeron que los que mecanografiaban las notas recordaban peor porque no estaban resumiendo y sintetizando los puntos clave activamente.
“Tomar notas organizadas implica presumiblemente un procesamiento más profundo y completo de la información de la conferencia, mientras que transcribirla solo requiere una codificación superficial de la información”, explicaron.
La próxima vez que necesites recordar información de una conferencia o reunión durante más de 24 horas, piensa en escribir tus notas a mano. Retendrás el material durante más tiempo.
3. Escribir a tu manera para tener un cerebro sano
Algunas personas prefieren tomar notas de manera electrónica porque su caligrafía se ha convertido en una serie de garabatos ilegible.
Si eso te recuerda a ti, ¡no guardes todavía el bolígrafo y el papel!
Existen motivos de desarrollo y de salud mental para seguir escribiendo en papel.
La investigación de Karin James, catedrática de psicología de la Universidad de Indiana, evaluaba a niños que todavía no habían aprendido a leer ni a escribir.
En su estudio, publicado en Trends in Neuroscience and Education, participaban niños a los que se les pedía que reprodujeran una sola letra mecanografiándola, dibujándola en un papel blanco o trazándola sobre una línea de puntos.
Luego, los investigadores sometían a los niños a escáneres cerebrales mediante IRM funcional y les hacían volver a estudiar la imagen.
Mientras repasaban la imagen, los escaneos mostraban que los niños que dibujaban las letras activaban tres áreas distintas de sus cerebros.
Los cerebros de los niños que trazaron o mecanografiaron la letra no experimentaron el mismo efecto.
El estudio demuestra los beneficios para el aprendizaje que tiene escribir las letras físicamente. James destaca especialmente las ventajas que proceden de implicar a las vías motoras del cerebro.
Pero eso no significa que las ventajas de escribir a mano solo se apliquen a los niños.
Cuánto más utilices esas vías neuronales, mejor será tu salud cerebral global. Las frases “aprendizaje permanente” y “úsalo o piérdelo” nunca son más ciertas como cuando se habla de tu cerebro. Ambas actividades previenen enfermedades debilitantes como el Alzheimer y mantienen fuertes tus capacidades cognitivas.
En otras palabras, cuando quieras consultar Facebook durante una charla aburrida en una conferencia, ¡hazlo! Es una razón estupenda para tener encendido tu ordenador.
Pero cuando estés intentando captar y retener material complejo, o simplemente estar muy receptivo, aparta el ordenador… y saca un bolígrafo.
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