El respeto: la actitud más valorada en un líder
¿Sabes qué actitud distingue a un buen líder de un líder mediocre? Efectivamente, el respeto.
El respeto es la actitud más valorada en un líder, mucho más que el reconocimiento, la confianza o la motivación para lograr un objetivo. Y es que, cuando hablamos de equipos y de liderazgo, muchas veces nos quedamos en las funciones y nos olvidamos de las actitudes.
La actitud del líder juega un papel fundamental en las relaciones y el desarrollo grupal. Clic para tuitearPor supuesto que un líder debe velar por un equipo cohesionado, levantar el espíritu, asegurar buenos resultados y detectar y educar el talento, pero ¿qué pasa con el factor humano?
Por qué el respeto es la actitud más valorada en un líder
Un buen líder no debe medirse únicamente por lo que puede lograr o aportar a la empresa, debe ser un miembro más del equipo. Y es aquí donde el respeto juega un papel vital.
Piénsalo. Respetar implica escuchar a los demás, aceptar opiniones y puntos de vista diferentes, evitar prejuicios, silenciar el ego y no dejar que nuestro rol dentro de la cadena de mando se apodere de nuestra voz.
Una posición de liderazgo no nos da el derecho a hacer lo que queramos, si no que nos da la obligación de tomar las decisiones, y eso no significa que siempre tengamos la razón.
Respetar a tu equipo significa que confías en sus cualidades, conocimientos y criterio. Y lo comunicas con las palabras y el tono que utilizas para dirigirte a ellos y las actitudes que adoptas en el día a día. Interacciones que no siempre son sencillas de controlar y que, en muchas ocasiones, se ven afectadas por nuestro estado de ánimo, cansancio o preocupaciones.
Si te preocupa cómo te percibe tu equipo en tu papel como líder y quieres conocer si tus empleados creen que les respetas, te recomiendo que sigas estas recomendaciones. Muy pronto mejorará tu actitud como líder y la atmósfera de trabajo con tus empleados.
Envía un cuestionario a tus empleados
La forma más sencilla de conocer la opinión de tus empleados es enviarles un cuestionario online donde puedan indicar de forma completamente libre y anónima en qué situaciones has estado más tenso o más irrespetuoso, con qué personas te han visto adoptar esta actitud y si se ha repetido en más de una ocasión a lo largo de la última semana.
Aprovecha el cuestionario para saber en detalle cómo estas actitudes poco cívicas repercuten en tus empleados, cómo les afectan en su día a día y, sobre todo, aprende de los errores. Toma nota de esos momentos del día en los que estás más irritable y presta atención en futuras ocasiones para no cometer los mismo fallos.
Practica la meditación
Aunque suene esotérico, lo cierto es que la meditación nos ayuda a despejar la mente en momentos de estrés. Si te sientes alterado, te recomiendo que pares un momento lo que estés haciendo y te tomes un descanso de 5 a 10 minutos para relajarte antes de soltar una comentario fuera de tono a cualquier compañero.
Conócete mejor
Tomar consciencia de uno mismo es muy importante para adelantarnos a nuestras reacciones frente a ciertas situaciones. Si nunca antes te habías parado a pensar qué situaciones te generan frustración, irritación, enfado o simplemente accionan respuestas incorrectas o que tu equipo puede percibir como una falta de respeto, presta atención y cuando te ocurra anótalo en una libreta.
A partir de este momento, cada vez que sientas ese impulso, para, cuenta hasta diez y continúa. No merece la pena dejarse llevar por las emociones o las actitudes viciadas si eso va a corromper el ambiente de trabajo y va a afectar a la productividad de tu equipo.
Contrata a un coach
Siempre puedes recurrir a un externo que te ayude a detectar todo eso que no puedes ver o que tus empleados y compañeros no te han dicho – o no se atreven a decir. Alguien completamente ajeno a las dinámicas que tienes con tu equipo puede ser la respuesta perfecta para detectar en muy poco tiempo qué es lo que no funciona y fomentar actitudes positivas.
Como ves, ser respetuoso con tu equipo es más fácil de lo que parece. Y tú, ¿qué técnicas utilizas para tener una mejor actitud como líder? ¡Compártelo en los comentarios!