Gestión de proyectos SCRUM: todo lo que necesitas saber para empezar

La implementación de metodologías ágiles para la gestión de proyectos ha aumentado en los últimos años como consecuencia de la frenética evolución de los mercados. Uno de los modelos más empleados en la industria del software es el llamado Scrum, aunque los expertos no lo definen como una metodología en sí misma sino como un marco de trabajo para llevar a cabo procesos dinámicos. Scrum se fundamenta en un entorno colaborativo y tiene como objetivo el desarrollo y la creación de un producto en un corto periodo de tiempo. Algunas de las claves de su éxito son la involucración del cliente en el proceso de desarrollo del producto y la optimización de la capacidad del equipo para adaptarse a los cambios y cumplir con los plazos de entrega. Si quieres empezar a explorar sus ventajas, a continuación te explicamos todo lo que necesitas saber sobre la gestión de proyectos Scrum.

Características de la gestión de proyectos Scrum

1. Libertad para el equipo

En el marco Scrum, como en la mayoría de metodologías ágiles, se prioriza el trabajo en equipo dotando de autonomía a los desarrolladores para tomar las decisiones adecuadas a los posibles cambios. Hay una plena confianza en el equipo y por ello no dedican esfuerzos a elaborar pautas o un plan de acción previo.

2. División de los proyectos por ‘sprints’

En la gestión de proyectos Scrum, los módulos o fases del proyecto se llaman sprints, periodos de tiempo fijo de una duración determinada (suelen ser de entre una y cuatro semanas). Como se ha dicho, Scrum no detalla pautas previas sino que planifica cada sprint a medida que avanza el proyecto. El Product Backlog, en este caso, es el documento que recoge los requerimientos que definirán el trabajo previsto para cada sprint en base al resultado deseado.

3. Ausencia de la figura del Team Leader

Por lo general el equipo Scrum se autorregula a sí mismo, de manera que no existe la figura de un líder que decida qué persona va a realizar cada tarea o la manera en que se va a resolver un problema. Este tipo de decisiones las toma el equipo en su conjunto. En cambio, sí existen ciertos roles que pueden desempeñar los miembros del equipo, de los cuales destacan el Scrum Master (una figura que ejerce como un “guía” cuya función es apoyar al equipo para garantizar su máxima productividad, evitar distracciones y alcanzar los objetivos fijados) y el Product Owner (quien representa al cliente y hace de puente entre este y el equipo de desarrollo, además de ordenar las tareas prioritarias para conseguir el producto deseado).

4. Comunicación continua

Una de las mejores bazas del trabajo en equipo es la fluidez de comunicación. Durante los distintos sprints del proyecto, las partes implicadas (Scrum Master, Product Owner y desarrolladores) realizan reuniones diarias de máximo 15 minutos en las que se comparten todas las impresiones sobre el trabajo realizado, se identifican obstáculos y se proponen mejoras. Al final de cada sprint el equipo de desarrollo proporciona la información necesaria al Product Owner acerca de las nuevas funcionalidades y todo aquello relevante para afrontar el siguiente sprint, creando una retroalimentación muy positiva que garantiza los mejores resultados.

5. Lucha contra las adversidades

Scrum se utiliza mucho para resolver problemas que suelen presentarse en los modelos de gestión de proyectos tradicionales, como el incumplimiento de expectativas del cliente, la demora en las entregas, los costes elevados o la baja calidad del producto. Scrum también es idóneo cuando se necesita capacidad de reacción ante la competencia, cuando los equipos sufren demasiada rotación o decrece la moral del grupo, o cuando se requiere identificar y solucionar ineficiencias de manera sistemática. Se trata de un proceso especializado en el desarrollo del producto que pone el foco en conseguir la mejor calidad posible con los recursos de los que se dispone.

6. Focalización en el producto y el usuario

Otra de las características de Scrum es que se todos los sprints tienen como horizonte el producto y su usabilidad. Fraccionando el producto en diferentes entregas se pueden realizar todas las pruebas necesarias para garantizar la satisfacción del usuario. Por eso, el Product Backlog recoge breves descripciones de funcionalidad a partir de la experiencia del usuario y del cliente, que serán el punto de partida para la planificación de las tareas de cada sprint (Sprint Backlog).

Fases del proceso Scrum

A continuación te ofrecemos un breve resumen de las fases más importantes del proceso Scrum en el que podrás visualizar de manera clara las características descritas anteriormente.

1. Planificación del sprint

Como hemos apuntado, el sprint es un bloque temporal corto y fijo (oscila entre 2, 3 y 4 semanas). Cada sprint debe proporcionar un resultado concreto, un incremento del producto final que pueda ser entregado al cliente cuando este lo solicite. Se planifica de la siguiente manera:

2. Ejecución del sprint

El sprint se desarrolla a medida que el equipo va cumpliendo con sus tareas. Para garantizar la correcta ejecución del sprint existen 4 tipos de seguimiento:

3. Valoración y adaptación

El último día del sprint se valoran los resultados conseguidos en una reunión de revisión que consta de dos partes:

Ya conoces algunos detalles más de la gestión de proyectos Scrum. Si te ves preparado/a para dar el salto, ¡no dudes en comentarnos tu experiencia!