Descubre las cualidades de un diseñador web

Si tuviésemos que definir un ranking de los trabajos más multidisciplinares que existen, seguro que el diseño web figuraría en la parte alta. Como cualquier oficio relacionado con el mundo digital y la tecnología, el diseñador web cumple con un perfil en constante adaptación a los cambios. Los rápidos – rapidísimos – avances del sistema exigen diseñadores web que evolucionen al compás de las nuevas demandas y perfiles del usuario adquiriendo nuevas competencias que van mucho más allá del diseño y la programación.

A continuación podremos ver algunas de las cualidades de un diseñador web. Antes, y para evitar confusiones, permíteme una pequeña licencia.

Diseñador web vs. Desarrollador web

Puede parecer una obviedad, pero lo cierto es que todavía existe mucha confusión a la hora de diferenciar estos dos conceptos: a grandes rasgos, un diseñador web podría equipararse a un arquitecto, mientras que el desarrollador sería su jefe de obra.

El diseño web determina la apariencia (diseño digital, la navegación, los colores, incluso el diseño gráfico y el logotipo). Tiene que ver más con la estética y la experiencia del usuario para hacer un producto atractivo y fácil de usar.

El desarrollo web, por su parte, se centra en las funciones y características de la página y su principal tarea es programar el fondo y no la forma.

Probablemente ambos compartan ciertas habilidades y características, aunque son terrenos distintos y muy especializados, por lo que no es habitual que un excelente diseñador sea a la vez un excelente desarrollador, y viceversa.

En este artículo nos centraremos en las cualidades que todo diseñador web debería tener. Dicho esto… Vamos a ello.

Un diseñador web…

1. Es creativo

Otra obviedad, si tenemos en cuenta que cualquier oficio cuya vocación sea “crear” o “diseñar”, debe tener una personalidad creativa. Pero en este caso, hay algo más: el afán innovador. No se trata solo de aportar valor imaginativo, sino también de sorprender y encontrar ese plus que hará que la página destaque sobre las demás. El usuario es cada vez más exigente y la saturación en la red es cada vez mayor. Por ello, la originalidad y la creatividad van muy ligadas a otra inquietud que descubrirás en el siguiente punto.

2. Está Actualizado

Un buen diseñador web debe mostrarse muy activo y curioso con todas las novedades y tendencias de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). A pesar del permanente esfuerzo de diseñadores y profesionales de la imagen por reivindicarse como artistas, lo cierto es que el diseño no es un arte cien por cien libre: obedece a un cliente y a un usuario, lo cual exige a todo diseñador web una inquietud para encontrar siempre la satisfacción del consumidor final. ¿Cuál es nuestro Target? ¿Qué tendencias estéticas predominan en el sector? ¿Qué preferencias de usabilidad tiene el usuario o consumidor? ¿Qué herramientas y software son los más actuales? Estas son varias de las preguntas que debería hacerse cualquier diseñador web para estar actualizado.

3. Es ambicioso

La voluntad de superación constante y la capacidad de autoaprendizaje son otras de las facultades de un diseñador web. De acuerdo con el punto anterior, el diseñador web huye de lo obsoleto y busca lo más nuevo, lo cual le constituye un carácter inconformista. No se detiene en la búsqueda de nuevas metas y se mantiene motivado para mejorar, aprender nuevas habilidades y sentirse realizado.

4. Es altamente comunicativo

A todos los niveles, el diseño es comunicación. En cuanto que forma de expresión, el diseño web es el portador de un mensaje cuyo lenguaje debe dominar a la perfección el diseñador. Su principal tarea es harmonizar los diferentes elementos de texto e imagen que se van a dirigir al usuario, por lo que deberá dominar la redacción escrita y la edición como punta de partida para la usabilidad. Ser capaz de conceptualizar titulares, etiquetas y encontrar aquellas palabras óptimas para el posicionamiento SEO le resultará imprescindible para lograr el éxito de la página web. Pero eso no es todo: esa vocación comunicativa también se traslada al plano personal, pues el papel que desempeña dentro del equipo de trabajo le obliga a estar en permanente contacto con programadores, colaboradores, usuarios y clientes, lo cual requiere de cierta empatía e inteligencia emocional para saber escuchar, gestionar todas las opiniones y anticiparse a los problemas.

5. Es un buen negociador

La capacidad negociadora es fundamental para obtener los recursos que necesita el diseñador web, tanto a nivel material como económico (no olvidemos que – como en la mayoría de oficios – hacer páginas web también es una forma de ganar dinero). Para ello es importante que sepa cómo funciona el mercado y las empresas del sector, cuáles son sus exigencias y qué recursos utilizar. El diseñador web tiene que definir tarifas, practicar el networking y encontrar el equilibrio entre los ingresos y los gastos para hacer su negocio lo más rentable posible.

6. Es técnico

El perfil técnico de un diseñador web consta de una serie de conocimientos y habilidades que solo se pueden adquirir con una constante y óptima formación.
Un buen diseñador web deberá estar formado en:

Y tú, ¿crees que tienes las cualidades de un diseñador web? Si te faltan algunas, ¡ponte las pilas! Si por el contrario te sobran o tienes alguna más que aportar, seguro que estás cualificado para compartirla.