9 claves para tu próximo proyecto de diseño web
Disponer de una página web se ha convertido en algo esencial para cualquier negocio en los tiempos que corren. En términos de marketing, Internet es ahora el canal publicitario más eficaz y rentable que existe y está en constante evolución, por lo que será muy importante que tu próximo proyecto de diseño web camine en la misma dirección. Hay que estar preparados para los cambios que vienen. Si es cierto que la red es un gran escaparate, no debemos limitarnos a verla solo como tal. Hoy en día ya no es suficiente únicamente con tener presencia (existir). También debemos saber la mejor manera de estar (posicionarnos). Solo así evitaremos ver nuestros objetivos frustrados.
He aquí 9 claves que pueden ayudarte si no quieres fracasar en el intento:
1. Asegúrate de que tu imagen corporativa es la correcta
Antes de empezar un proyecto web debemos cerciorarnos de que disponemos de un libro de estilo coherente y de una imagen adecuada. La identidad visual corporativa es siempre el punto de partida en el oficio del diseño, por lo que resulta de suma importancia disponer de todo el material necesario (logotipos, colores, tipografías,…) en la calidad necesaria. Además, si el resultado que buscamos en nuestra web es un diseño moderno y actualizado, nuestra imagen deberá ir en consonancia. Quizás este es el mejor momento de replantearse si nuestra imagen necesita o no un refresh.
2. Ten claras cuáles son tus necesidades
Posiblemente la clave más importante de todas. Cuando encargamos un diseño web necesitamos saber para qué lo queremos. Qué necesidades tenemos, cuáles son las metas y qué estrategia vamos a seguir para lograrlas. La mayoría de los proyectos que fracasan tienen su origen en la ausencia de una estrategia clara. Como se ha dicho antes, a muchas empresas les preocupa más la necesidad de existir en Internet que el cómo hacerlo. A menudo caen en el error de fijarse más en lo que hace la competencia que en las necesidades propias de su negocio, lo cual les lleva a la conclusión de que su única necesidad es igualar al competidor. Dicho de otra manera, se pone el enfoque en otras empresas y no en el target. Parece lógico, pues, que emular la estrategia de otros no nos va a llevar a buen puerto: lo que es mejor para ellos no siempre es mejor para nosotros. De acuerdo con el punto anterior, tu empresa tiene su propia idiosincrasia, su propia identidad y sus propios menesteres.
Una buena manera de asentar las bases de nuestro negocio y definir nuestras necesidades ante un proyecto como éste es el clásico escaneo que proponen todos los manuales de marketing: aunque suene tópico, el análisis DAFO (debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades) nos va a permitir hacer autocrítica y saber de qué punto partimos. Conocer los aspectos a mejorar y aquello que nos hace diferentes nos facilitará el trabajo a la hora de elaborar un briefing para el diseñador que comprenda los objetivos que nos hemos propuesto.
3. Define tus objetivos
Los objetivos son la consecuencia de una necesidad. Hoy en día todo el mundo tiene una página web, y no es suficiente con que sea bonita, actualizada o moderna. También debe alcanzar unas metas. Un estudio de mercado previo nos permitiría conocer, no solo lo que hace la competencia, sino también el comportamiento de nuestro público objetivo. Lo más fácil sería decir: “mi objetivo es vender (más)”. Como eso se da por sentado, tienes que ir más allá. Probablemente necesites hacer conversiones, es decir, — a modo hipotético — convertir el visitante en potencial cliente de pago, suscriptor, etc. Necesitas saber qué quieres que ocurra con todas aquellas visitas que van a llegar a tu web y si ello va satisfacer tus objetivos.
4. Sin estrategia no hay movimiento
Finalmente, una vez sepamos adónde queremos llegar, hay que seguir una estrategia para lograrlo. Si nuestra intención es generar movimiento y recibir la respuesta de nuestro Target, no podemos plantear nuestra web, como decíamos antes, como un mero escaparate. Para llamar a la acción no basta con añadir ciertos botones, formularios o encuestas. Tampoco basta con tener un site de aspecto moderno, aparecer en las búsquedas o tener presencia en las redes sociales.
A menudo nos equivocamos al pensar que el usuario viene a nosotros porque quiere informarse de lo que hacemos (o sea, que el movimiento lo genera él y no nosotros). Pero la realidad es otra: la mayoría de las veces viene conducido por un estímulo que debemos crear nosotros.
Basar la estrategia en el mensaje y la estética es una posibilidad aunque no una garantía de éxito. Si entendemos el mercado como un motor dinámico, lo más probable es que necesitemos basar nuestra hoja de ruta también como algo dinámico, que nos permita ir haciendo los cambios necesarios para adaptar nuestra estrategia a los objetivos de negocio. Y para ello no nos servirá una web estática, sino una con constante movimiento de contenidos y formas. El diseñador, por lo tanto, debe saber cuáles son tus intenciones.
5. Involúcrate en el diseño
Una vez completado el análisis del punto anterior, es hora de encontrar al diseñador web ideal para tu proyecto. En función de tus objetivos y necesidades, deberás buscar un perfil que tenga las habilidades que requiere tu diseño, y eso te puede llevar un tiempo. No seas impulsivo/a ni te dejes cegar por la primera oferta económica que encuentres. Conocer las últimas tendencias de diseño web te ayudará a tener cierta idea de lo que necesitas. Ten en cuenta también lo importante que es un diseño responsive (optimizado para dispositivos móviles) a la hora de elaborar tu briefing. ¡Ah! Y no olvides que si tu presupuesto o tu proyecto es de menor envergadura, existen muchas plantillas que, aunque no alcancen el nivel de un diseñador especializado, pueden darte un resultado bastante profesional.
6. Cuida el mensaje
Otra figura a tener en cuenta es la del redactor. Tanto si eres tú como si contratas a un copywriter, es importante tener muy claro el tipo de lenguaje que quieres emplear, cuyo tono imprima el mismo carácter que el diseño. Si decides acudir a un redactor, es bueno que sepas transmitirle dicho estilo y la estrategia que vas a seguir en el mensaje, por ejemplo, si decides tener una web dinámica con cierto flujo de contenidos (que deberás revisar a menudo).
Finalmente, no estará de menos propiciar una reunión a tres bandas, incluyendo al equipo de diseño. Será interesante hacer una lluvia de ideas antes de elaborar el briefing definitivo para empezar a descartar aquello que no nos interesa, y de esta manera no entorpecer el trabajo de los profesionales con cambios de última hora. Pedir un prototipo o maqueta gráfica antes de ejecutar el trabajo de programación también es útil para detectar posibles modificaciones a tiempo.
7. Testea tu web y realiza pruebas
Aunque parezca obvio, merece la pena que pongamos mucho esmero en hacer todas las comprobaciones que se requieren antes y después de publicar nuestra web. Seguramente el diseñador ya se habrá encargado de toda la parte técnica para garantizar la compatibilidad con todos los navegadores, pero es tu responsabilidad revisar con detalle todo el proceso para asegurarte de que todas las secciones están correctas y no hay problemas, por ejemplo, en los textos, los enlaces o la misma visualización desde cualquier dispositivo.
Por lo tanto, repasa todos los textos a nivel de ortografía y posicionamiento SEO (en función de tu estrategia, las palabras clave, los encabezamientos y la identificación de la página son muy importantes para que aparezcan en los buscadores). Delibera todo lo necesario con el redactor.
Otros aspectos clave a revisar pueden ser tus datos de ubicación (para ganar fiabilidad ante el visitante, es importante que des siempre tu dirección de empresa), los contenidos legales o la seguridad del sitio. Y no olvides que instalar un sistema de estadísticas eficaz te permitirá medir la eficacia y la rentabilidad de tu inversión, además de interpretar el tráfico y el comportamiento de tus visitantes.
Hechas las pruebas pertinentes, tu proyecto de diseño web ya estará listo para dejar de ser un proyecto y convertirse en una realidad.
8. Hazlo público
Si crees que está todo listo para el lanzamiento, no te olvides de gritarlo a los cuatro vientos. Anúncialo a tus potenciales visitantes o clientes vía email, a través de las redes sociales o con las herramientas de marketing de que dispongas. En ese sentido es indispensable que reserves parte de tu presupuesto para promocionar el lanzamiento de tu página web, generar tráfico y empezar a interpretar el resultado para poder corregir posibles errores.
9. Mantente siempre atento
Una de las cosas que se han destacado en este artículo es que la estrategia no es algo rígido y que debe adaptarse al cambio. Mentalízate, pues, de que tu web no termina cuando se publica. Hacerle un seguimiento, por lo tanto, es imprescindible. Seguro que tendrás que hacer un mantenimiento con adaptaciones, actualizaciones y renovación de contenidos para hacerla crecer. De esta manera evitarás que pierda importancia y posicionamiento en la red.
Si crees que estas claves te pueden ser útiles para tu próximo proyecto de diseño web, no dudes en hacérnoslo saber. Igual se te ocurren otras que nos hayamos dejado, o simplemente, estás en desacuerdo con algunas de ellas. ¡Tu palabra importa!